Tras caer la temporada pasada en el partido por el título, el Barça regresa a la Final a Cuatro –del 19 al 21 de mayo en Belgrado- como firme candidato para ganar la tercera Euroliga de su historia, el único gran torneo que se le resiste desde la llegada de Sarunas Jasikevicius al banquillo.
Tras el fichaje del entrenador lituano en 2020, el cuadro catalán ha dominado el baloncesto español, con la conquista de las dos últimas Copas del Rey y de la pasada Liga Endesa, que ha terminado este curso en primera posición a la espera de las eliminatorias por el título.
En la Euroliga, el Barça ha liderado la fase regular en las dos campañas bajo las órdenes de Jasikevicius (24-10 en la primera, 21-7 en la segunda), y la temporada pasada terminó una travesía de siete años sin acceder a la Final a Cuatro y de once sin pisar la final.
Falta dar el último paso, levantar la tercera Euroliga (2002-03 y 2009-10), después de que en la última edición, tras vencer en la semifinal al AX Armani Exchange Milán con una canasta agónica del escolta Cory Higgins (84-82), el conjunto azulgrana se viera superado en el partido definitivo por el Anadolu Efes (81-86).
Aunque en la hemeroteca figuren seis finales perdidas (1983-84, 1989-90, 1990-91, 1995-96, 1996-97 y 2020-21) y otras ocho caídas en la penúltima ronda de la ‘Final Four’ (1988-1989, 1993-94, 1999-2000, 2005-06, 2008-09, 2011-12, 2012-13 y 2013-14), este Barça ha demostrado tener el talento y el carácter necesarios para reescribir la historia.
Al igual que el curso anterior, el cuadro azulgrana necesitó llegar al quinto encuentro para superar la serie de cuartos de final frente al octavo clasificado de la fase regular, en esta ocasión un correoso Bayern Múnich.
En el partido decisivo (81-72), la irrupción anotadora del argentino Nico Laprovittola (26 puntos, 20 de ellos en la segunda parte, y 30 créditos de valoración) despejó las dudas del Barça, que durante la eliminatoria sufrió tramos de colapso ofensivo.
En gran medida, por el bajo porcentaje de acierto en triples (29,2% en los cuatro primeros partidos de la serie), que el cuadro azulgrana revirtió en el quinto encuentro (50%) para acercarse, así, al nivel mostrado en la temporada regular, donde fue el más certero desde el perímetro (41,3%) y en tiros de campo (49,6%).
El tercer mejor ataque de la competición (81,4 puntos por partido) está liderado por el ala-pívot Nikola Mirotic -el jugador más valorado (19,4), el segundo máximo anotador (16,6) y el tercer triplista más certero de la Euroliga (45,5%)-.
Aunque la amenaza exterior es una cuestión coral en el Barça, que cuenta con jugadores capaces de anotar de tres en todas las posiciones, como Laprovittola (43,2%) de base, el escolta Kyle Kuric (40%), el pívot Sertac Sanli (35,3%) y el alero Álex Abrines (56,3%), que llega en plena forma tras perderse la primera mitad del curso por una grave lesión de rodilla.
El acierto perimetral es clave para abrir la pintura a Mirotic y al pívot Brandon Davies (segundo máximo anotador del equipo con 9,7 puntos), así como a las penetraciones del base Rokas Jokubaitis, elegido mejor jugador joven de la competición, y del escolta Dante Exum, que reapareció este sábado tras dos partidos de baja por una distensión en el aductor del muslo izquierdo.
Otro de los nombres propios del Barça es el base Nick Calathes. El máximo asistente histórico de la Euroliga (6 por partido este curso) llevó la batuta del equipo y fue el que más pases de canasta realizó por noche en la fase regular (18,7), aunque también fue el que más balones perdió (13,9).
Minimizar las concesiones al rival es, junto a la concentración defensiva (78,6 puntos encajados de media, tercer mejor registro de la Euroliga) y la agresividad en el rebote (34,4 capturas, cuarto en la competición), una obsesión para Jasikevicius.
El Barça ha recuperado recientemente a Higgins, uno de sus líderes, ausente durante más de tres meses al ser operado de una fascitis plantar, y llega a Belgrado sin bajas confirmadas. El estadounidense es, junto con Sanli y Calathes, el único jugador de la plantilla que ha ganado la Euroliga. Jasikevicius, que lo logró cuatro veces sobre la pista, busca la primera desde el banquillo.