Sara Björk Gunnarsdóttir, de 31 años, internacional islandesa y jugadora del Olympique de Lyon, es un ejemplo de que se puede ser futbolista profesional y madre sin tener que renunciar a su carrera. Este sábado estará en Turín para aspirar a la Champions League contra el Barça.
Björk dio a luz a su hijo el pasado 16 de noviembre y se reincorporó al equipo en enero, 10 meses después de parar. A su vuelta al césped, la centrocampista declaró que esperaba inspirar a otras mujeres para que no tengan que sacrificar su carrera para tener una familia. “Do both” (Haz ambos), escribió en su cuenta de Instagram.
En 2020, poco antes de dejar al equipo para ser madre, la futbolista jugó en la final de la Champions entre el VfL Wolfsburgo y el Olympique de Lyon (1-3). Y marcó en el minuto 88. Ese año las francesas ganaron su séptima Champions. Este año 2022 jugó los últimos minutos del partido de vuelta de los cuartos de final entre el Lyon y la Juventus (3-1).
El documental “Do both” de Copa90, disponible en YouTube, la sigue durante el embarazo y regreso al terreno de juego. Además, está previsto que la también capitana de la selección de Islandia juegue la Eurocopa Femenina 2022, que se disputará durante el mes de julio en Inglaterra.
Con todo, Björk no es la única madre convocada para la final de la Women’s Champions League de este sábado (19 h/La 1, TV3, DAZN) entre el FC Barcelona y el Olympique de Lyon. Las jugadoras del Barça Irene Paredes y Melanie Serrano también son madres, aunque gestados por sus respectivas parejas. Paredes es madre de Mateo y Serrano de las mellizas Itzel y Natura.