Aún sin confirmación de la destitución de Pochettino, el debate se había centrado hasta ahora en los dos candidatos a sustituir al argentino: Zidane o Galtier. El primero, preferido por Qatar; el segundo, por el asesor Luis Campos. Sin embargo, las últimas informaciones apuntan a que el ex del Real Madrid ha decidido dejar pasar otra vez el tren del PSG porque prioriza sentarse en el banquillo de la selección si Deschamps no sigue después del Mundial.
A pesar de que Noël le Graët no ha querido alimentar esos rumores, el presidente de la Federación contempla a Zidane como candidato número uno si las cosas no acaban de funcionar en Qatar: “Es lógico que un entrenador francés como él aspire a dirigir a la selección”, comentó en su momento, cuando el marsellés aún entrenaba en el Santiago Bernabéu. A lo que se arriesga, sin embargo, es a quedarse sin ese puesto si Deschamps no abandona el cargo.
Tanto L’Équipe como RMC Sport aseguran que Zidane no se ha cerrado la puerta del PSG a futuro, pero cree que ahora no es el momento oportuno. Por una parte está el argumento de la ilusión por entrenar a Francia. Por otra, la responsabilidad que implica tener que gestionar un vestuario tan complicado como el parisino, gobernado por las grandes estrellas y con el único propósito de alzar una Champions que aún se le resiste al club.
Con Zidane casi descartado, Galtier oposita a ser el relevo de Pochettino. Ya trabajó tres años con Luis Campos y ahora queda pendiente la negociación entre el Niza y el PSG. El cuadro sureño pagó alrededor de tres millones de euros al Lille por hacerse con su entrenador, con contrato hasta 2024, y ahora no está dispuesto a dejarle marchar gratis. Como mínimo, le pide a Al Khelaifi un importe parecido para desbloquear su salida, que se espera que se produzca antes de que acabe junio.