Antoine Griezmann quiere volver a ser una referencia en el Atlético de Madrid. El jugador francés tuvo una complicada primera temporada en su regreso al club colchonero. Un curso que se cerró con una sequía anotadora preocupante que llevó a muchos a ponerle bajo la lupa.
Es uno de los jugadores en los que más confía Diego Simeone para la temporada que se avecina. Y seguirá. El club solicitó el segundo año de cesión al FC Barcelona. Es decir, que el galo no se moverá a pesar de que estuvo en el punto de mira de las críticas durante mucho tiempo, tanto en el club como en su selección.
Muchas voces se preguntaban en su país natal si Deschamps debía seguir apostando por él en este momento de forma. “A veces pasan estas cosas. Ya nos hemos enfrentado a este tipo de situaciones. Hablo con Antoine, más aún cuando está con nosotros”, señaló el seleccionador antes de las vacaciones, para señalar: “No está en su mejor forma. Acostumbrado siempre a ser resolutivo, ahora lo es menos. Ha vivido partidos más complicados, en zonas en las que quizás no está tan a gusto. Pero a todos les pasa en un momento u otro”.
En este sentido añadió que para él, la lesión y recaída fueron claves. “Primero se lesionó, luego tuvo una recaída y eso afectó a su condición física. No está en su mejor forma. Sé lo que Antoine ha hecho y es capaz de hacer, estoy tranquilo”, acabó diciendo.
El número 8 del Atlético de Madrid ha marcado solo un gol en 2022, todas las competiciones sumadas. Vio puerta ante el Rayo Majadahonda en la Copa del Rey nada más empezar el año natural. Desde entonces, ha jugado 22 partidos, sin marcar un solo gol, 17 de ellos con el equipo rojiblanco.
LA CLÁUSULA DE COMPRA
De momento, ya se ha puesto a tope para cambiar esa situación. El jugador lleva días trabajando al máximo para llegar a la pretemporada como un cohete. Ha compartido un video que demuestra que está comprometido para cambiar su situación.
Que siga no significa que el Atlético active la cláusula de compra de 40 millones de euros fijada con el FC Barcelona. Sino que, en el cómputo de las dos temporadas, cuando se hayan superado el 50% de los partidos posibles entre ambas, entonces sí que sería obligatoria para el cuadro rojiblanco.