Isiah Thomas, la estrella que faltó

Isiah Thomas, la estrella que faltó

El Dream Team de Estados Unidos, el combinado de megaestrellas que se colgó el oro olímpico en Barcelona 1992, siempre será recordado como el equipo con los mejores jugadores del mundo. ¿Todos ellos? Pues no, faltaba uno, quizás el mejor base del planeta en ese momento y uno de los mejores de la historia como quedó reconocido en el equipo del 75 aniversario de la NBA: Isiah Thomas.

Hace un par de año, los últimos capítulos del documental sobre los Chicago Bulls de Michael Jordan, The Last Dance, reavivaron la llama de un viejo feudo entre el equipo de MJ y los Detroit Pistons de Thomas. Ambas franquicias batallaron durante casi un lustro por el trono de la Conferencia Este y el rencor aún existe 30 años después.

Por aquel entonces, en 1991, Jordan había conseguido deshacerse de Detroit por primera vez en las Finales del Este, avanzando a las Finales de la NBA y logrando su primer anillo. El último partido ante los Pistons dejó un episodio que marcaría su relación con Thomas para siempre: con varios segundos aún por disputarse, Isiah lideró la retirada de sus compañeros hacia vestuarios sin saludar al rival.

Michael Jordan penetra a canasta ante la maraña defensiva de los Detroit Pistons en los noventa

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Los Bad Boys tenían esa fama de duros, físicos y, en definitiva, chicos malos, pero ese episodio levantó las críticas de medio país. Como pudo verse en el último episodio del documental, Jordan aún no lo ha perdonado y ahí puede que resida parte de la razón por la que Thomas no acudió el verano siguiente a los Juegos de Barcelona, que celebran esta semana su 30 aniversario.

La ausencia de Isiah resultó chocante entonces y todavía ahora, especialmente si tenemos en cuenta que el entrenador era Chuck Daly, el mismo que dirigía a esos Detroit Pistons en la competición doméstica. Desde el primer momento se habló de presiones internas, de intereses ocultos y de que la decisión la habían tomado los pesos pesados del vestuario.

“Rod, yo no pienso jugar si Isiah está en el equipo”. Esta frase se le atribuye a Michael Jordan, que se la dirigió a Rod Thorn, miembro del comité de USA Basketball y uno de los encargados de confeccionar la lista de jugadores. Thorn había sido GM de los Bulls y conocía bien a MJ, por lo que comprendió que no iba de farol.

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Algunas de las estrellas del Dream Team de Estados Unidos posan con los aros olímpicos en Barcelona 1992

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Además, Barcelona ‘92 era la oportunidad ideal para demostrar al mundo que nadie jugaba mejor a baloncesto que los estadounidenses. Nada podía fallar y si eso significaba concederle a Jordan el poder de veto, así sería. Pero MJ no era el único que odiaba a Thomas.

Scottie Pippen era otro de los jugadores que no quería ver al base de los Pistons ni en pintura. “ Odiaba cómo jugaba, odiaba a su equipo. Isiah era el general, el que lideraba el juego sucio de Detroit bajo la premisa de que todo valía”, contó el ’33’ de los Bulls hace unos años.

Como es lógico, no todos los integrantes del Dream Team estuvieron de acuerdo con la ausencia de Thomas pero muchos no tuvieron más remedio que aceptarlo. Clyde Drexler, escolta de los Blazers, fue uno de los que levanto la voz para quejarse por el trato recibido por Thomas, pero su discurso nunca pesó tanto como el de Jordan.

Durante años esta decisión pesó sobre Isiah, una decisión que como cuenta le causó mucho dolor. Más aún si cabe porque uno de sus amigos también le traicionó. Magic Johnson hizo unas declaraciones un tiempo después diciendo que si bien Thomas merecía estar en el equipo por su talento, había que pensar en el vestuario y la química entre los compañeros.

El Dream Team de Estados Unidos se alzó con el oro y se coronó como el mejor equipo de baloncesto de la historia. Lo hizo con Jordan, Magic, Larry Bird y un sinfín de estrellas, pero sin Isiah Thomas. El pequeño base lo ganó todo en su carrera, desde el instituto a la NBA, pasando por la universidad. Todo menos un oro olímpico, un disgusto que todavía le duele 30 años más tarde.




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