El retorno al Palau, ya para integrarse al primer equipo del Barça, era una ilusión latente en Oriol Paulí desde que abandonó el club para iniciar una carrera rutilante que le llevó primero al Gran Canaria y últimamente al Andorra. La búsqueda de un relevo en la rotación exterior para cubrir una de las plazas formativas hizo posible esta vuelta a casa del deportista que ha pasado más años formándose en La Masía.
“Siempre quise volver, pero con el paso del tiempo siempre se pierde un poco”, ha explicado Paulí en una entrevista para los medios del Barça. “Cuando volvieron a llamarme toda la ilusión vuelve y estoy muy contento y con muchas ganas de trabajar y hacer una gran temporada”, ha agregado.
Paulí cree que puede desempeñar un rol importante en el equipo, siempre al servicio del equipo. “Si el Barça me ha llamado es porque cree que es el momento. Durante los años fuera del Barça he crecido como jugador y ahora es el momento de volver. Soy un jugador maduro y con mayor experiencia”, ha explicado. “Tengo muy claro mi rol. Siempre he sido un jugador de equipo y me vaciaré por el equipo. Juego con pasión y energía y esto es lo que se me pide. Vengo a trabajar y a demostrar que he crecido”.
Paulí habla en muy buenos términos del técnico Sarunas Jasikevicius. “Saras tiene algo especial. Es muy exigente, busca el mínimo detalle, y es un técnico obsesivo en esto. Seguro que aprenderé mucho de él y creceré como jugador a su lado”, señala.
Paulí será, junto con Sergi Martínez, el representante en el primer equipo de los jugadores formados en el Barça, una condición que espera pueda ayudar a dar más dimensión social al equipo. “Toda la afición siempre se identifica con los jugadores, pero con uno de la casa, que ha estado 8 años en La Masia, es especial y seguro que la gente espera lo máximo de mí. Yo voy a intentar dar el máximo hacia ellos. Debo ser una pieza importante en esa conexión”.