Muniain lideró y elevó en el Sánchez Pizjuán las prestaciones globales del Athletic en la segunda parte. Un referente al que podemos exigir más, pero al que no hay que denostar.
Advierto cierta corriente que atiza a al capitán rojiblanco a la mínima ocasión. El fútbol no tiene memoria, lo sé. Se vive del día a día. Si no aportas, al banquillo. Es la ley del fútbol y hay que respetarla.
Nada que objetar. Lo que ocurre es que niego la mayor. No creo que el navarro merezca el nivel de crítica al que está siendo sometido de un tiempo a esta parte.
Hay que diferenciar entre el mundo virtual y el real. Los más de 40.000 que van a San Mamés últimamente no pienso que compartan la visión de aquellos que despotrican a través de Twitter o de los WhatsApp que nos llegan en la retransmisión de los partidos en ‘La Emoción del Bacalao’. Sin embargo, si noto que a Muni se le mira con menos cariño ante la irrupción de otras figuras. No me parece justo.
Es cierto que de los jugadores ofensivos aún no ha marcado ni asistido, pero todo llegará. Está teniendo ocasiones y es solo cuestión de tiempo. Ha empezado la temporada por debajo del nivel de sus compañeros de ataque. Es evidente.
De menos a más
Tengo la sensación de que va de menos a más y su segunda parte en el Pizjuán me pareció clave para la mejora del equipo. El cambio de sistema de Sampaoli también ayudó, pero esa es otra historia. Pese a no marcar remató 6 veces, creó 5, metió 6 centros al área, ganó 7 duelos y superó el 90 % de precisión en el pase de los 90 minutos que jugó. Todo ello en el mismo escenario en el que hace ya algunos años se lesionó de gravedad.
Con esto no digo que no se le pueda criticar como a todos. Solo faltaba. Algún día le hubiera sentado por delante de Sancet, por ejemplo. Claro que sí, pero es un jugador que sería titular en mi Athletic.
Al igual que Iñaki Williams, que ha dejado a Muniain su puesto en el centro de la diana. Creo que hay que saber respetar a los grandes jugadores de este club. El 10 rojiblanco suma 507 partidos oficiales. Esta misma temporada se colocará tercero en el podio histórico y eso no es baladí.
Superará a Andoni Iraola (510) y Joseba Etxeberria (514). Solo tendría por delante a Txetxu Rojo (541), al que también podría dejar atrás la próxima campaña. Los 614 choques de Iribar ya son otro nivel, otra liga.