Marc Gasol, pívot y presidente del Bàsquet Girona, argumentó este viernes que “la obligación siempre es seguir mejorando y en el último partido (contra el Obradoiro) no fue así”, cuando, en su opinión, “el equipo estuvo muy débil mentalmente, con poca consistencia en los dos lados de la pista”.
En la previa de la visita el próximo domingo del Unicaja, Gasol explicó que el Girona está aprendiendo “a pensar de una misma manera y no es fácil, porque hay jugadores que no han estado expuestos nunca expuestos a este nivel de exigencia”.
El pívot catalán también afirmó que “jugar siempre es bueno” cuando se atraviesa “una dinámica de resultados no positiva”. “Y hacerlo en casa es aún mejor porque se tiene el apoyo de la afición y eso siempre es un punto más”, añadió.
Sobre el partido contra Unicaja, un equipo “trabajado” que presiona “mucho”, Gasol dijo que espera que no se produzcan “las desconexiones” del último partido.
En la misma línea, el base Josep Franch reconoció que, tras un arranque de temporada “un poco accidentado”, el Girona agradecería una victoria para ganar tranquilidad.
“El día después de un partido bueno hay que salir igual de bien y después de un partido no tan bueno hay que reivindicarse”, apuntó antes de remarcar que la posición del equipo en la Liga Endesa no debería ser la de colista con tres derrotas.
Por su parte, el escolta argentino Máximo Fjellerup también atendió a la prensa y aseguró que el Girona se va sintiendo “más cómodo” a medida que pasan las semanas en una competición que “es totalmente distinta a la LEB”, concluyó.