El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dado este miércoles un discurso en tono dramático en el que advirtió a los electores que la democracia misma está en juego en las elecciones legislativas del próximo 8 de noviembre. Utilizando varias veces las primeras palabras de la Constitución (”we the people”, nosotros el pueblo) ha llamado a los votantes a movilizarse para defender una democracia que está amenazada, en riesgo, según ha insistido varias veces, por la negativa de Donald Trump y sus seguidores del Partido Republicano a reconocer su derrota en las elecciones de 2020.
Se trataba de un acto de la Convención Nacional Demócrata, pero Biden eligió el Columbus Club de Union Station, muy cerca del Capitolio, por el simbolismo de la sede del Congreso. En unas elecciones en las que los votantes tienen más en la cabeza la economía, Biden ha resaltado la importancia de defender los principios mismos del sistema y de rechazar la violencia política.
Empezó su discurso recordando que lo que decía el agresor de Paul Pelosi, marido de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes (”¿Dónde está Nancy? ¿Dónde está Nancy?”) era lo mismo que preguntaban los que asaltaron el Capitolio el 6 de enero de 2021 cuando Trump se negó a reconocer su derrota y difundió “la gran mentira”, como la ha llamado Biden, de que le habían robado las elecciones. Esa gran mentira, ha dicho, “ha alimentado el peligroso aumento de la violencia política y la intimidación de los votantes en los últimos dos años”.
No es la primera vez que Biden advierte de los riesgos para la democracia que supone el trumpismo extremo y, de hecho, ha llegado a calificar su ideología de semifascismo, pero ha sido su discurso más armado y completo sobre la cuestión, con la relevancia especial que le da pronunciarlo a solo seis días de las elecciones en que se renueva toda la Cámara de representantes y un tercio del Senado.
Biden ha subrayado que esta es la primera cita con las urnas desde el asalto al Capitolio y que muchos de los candidatos republicanos no solo no aceptan el resultado de 2020, sino que tampoco se comprometen a respetar lo que salga de las urnas la próxima semana. “Este es el camino hacia el caos en América. No tiene precedentes. Es ilegal. Y es antiamericano”.
“Esta violencia contra los demócratas, los republicanos y los funcionarios no partidistas que solo hacen su trabajo son la consecuencia de las mentiras contadas por el poder y el beneficio, las mentiras de la conspiración y la malicia, las mentiras repetidas una y otra vez para generar un ciclo de ira, odio, vitriolo e incluso violencia. En este momento, tenemos que enfrentarnos a esas mentiras con la verdad. El futuro mismo de nuestra nación depende de ello. Mis compatriotas estadounidenses, nos enfrentamos a un momento decisivo, un punto de inflexión en el que debemos hablar con una voz unificada abrumadora. Hablar como un país y decir que no hay lugar para la intimidación de los votantes o la violencia política en América, ya sea dirigida a los demócratas o a los republicanos, no hay lugar nunca. Punto.”, ha dicho tajante.
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SuscríbeteLa democracia, en juego
“Sé que hay mucho en juego en estas elecciones de mitad de mandato”, ha proseguido, enumerando algunas de las cuestiones como la economía, la sanidad o la seguridad social. “Tenemos nuestras diferencias de opinión y eso es lo que se supone, pero hay algo más en juego: la propia democracia. No soy el único que lo ve. Recientes encuestas han demostrado que una abrumadora mayoría de los estadounidenses cree que nuestra democracia está en riesgo que nuestra democracia está bajo amenaza”, ha añadido. Es cierto que los estadounidenses ven en peligro la democracia, aunque unos y otros por razones distintas y no lo tienen como su principal catalizador para el voto.
“Hoy hago un llamamiento a todos los estadounidenses, independientemente del partido, para que estén a la altura de este momento de importancia nacional y generacional. Debemos votar sabiendo lo que está en juego y no solo por la política del momento, sino las instituciones que nos han mantenido unidos”, ha razonado.
Ahí es cuando ha venido su evocación del arranque de la Constitución: “Nosotros, el pueblo, debemos decidir si tendremos elecciones justas y libres y si cada voto cuenta. Nosotros, el pueblo, debemos decidir si vamos a sostener una república, donde se acepte la realidad, la ley se cumple y tu voto es realmente sagrado. Nosotros, el pueblo, debemos decidir si el Estado de Derecho prevalece o si se permite a las fuerzas oscuras con sed de poder que se pongan por delante de los principios que nos han guiado durante mucho tiempo”.
Respuesta republicana
Sin citarle por su nombre, ha atacado claramente a Trump: “La democracia estadounidense está siendo atacada porque el derrotado expresidente de los Estados Unidos se niega a aceptar los resultados de las elecciones de 2020. Si se niega a aceptar la voluntad del pueblo se niega a aceptar el hecho de que ha perdido. Ha abusado de su poder y ha antepuesto la lealtad a sí mismo a la ley según la Constitución. Y ha difundido una gran mentira”. Los trumpistas, según Biden, “están tratando de tener éxito donde fracasaron en 2020: en suprimir el derecho de los votantes y subvertir el propio sistema electoral”, ha afirmado, haciendo referencia entre otros a los episodios de intimidación que se han vivido junto a algunos colegios electorales, algo que ha calificado de “corrosivo y destructivo”.
Los republicanos han criticado a Biden calificándole de “divisivo y deshonesto” en un comunicado antes incluso de que pronunciase el discurso, cuando solo se sabía el tema a tratar. Cuando el mes pasado Biden dijo que Trump era un peligro para la democracia, este contestó: “El enemigo del Estado es él y los que lo controlan”.
Apelando de nuevo a los principios básicos del sistema, Biden ha continuado: “La democracia significa el gobierno del pueblo. No el gobierno de los monarcas o del dinero, sino el gobierno del pueblo. La autocracia es lo contrario de la democracia. Significa el gobierno de una persona, una ideología, un partido. Ahora estamos en una lucha por la democracia. La lucha por la decencia y la dignidad, la lucha por la prosperidad y el progreso. La lucha por el alma misma de América”.
Ha reconocido que la democracia es “imperfecta”. “Siempre lo ha sido”, ha dicho, pero permite resolver las diferencias en las urnas, y no con “una turba, una bala o un martillo”.
Pese a todo, Biden ha tratado de terminar con un discurso de optimismo y movilización. “Sabemos que la democracia está en peligro. También sabemos esto: está en nuestra mano, en la de todos y cada uno de nosotros, preservar nuestra democracia. Y creo que lo haremos. Creo que conozco este país. Sé que lo haremos. Ustedes tienen el poder. Es su decisión. Es su decisión, el destino de la nación, el destino del alma de América está como siempre ahí: con la gente, con tus manos, tu corazón y tu voto”.
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