TOKIO, Japón – Un grupo de padres afectados por secuestros parentales ha desarrollado una aplicación para facilitar que los hijos encuentren a sus progenitores “perdidos”, una tecnología que Ucrania ha decidido adoptar ante los dramas familiares desencadenados por la guerra.
Lo que nació como una idea para dejar cierto rastro digital que permitiera a su hija dar con él se convirtió en un proyecto más ambicioso que busca “dar algo de esperanza” a las familias que han sido forzosamente separadas, cuenta a EFE el impulsor de la “app” Find My Parent, el estadounidense Enrique Gutiérrez.
Las restricciones debido a la pandemia en 2020 fueron el detonante para la creación de la aplicación, lanzada este año en todo el mundo para sistemas Android e iOS y de la que se han registrado varios millares de descargas.
Junto a Gutiérrez encabezan el proyecto de Find My Parent la activista en materia infantil y humanitaria Deanielle Dawra y el francés Vincent Fichot, una de las caras más visibles de los últimos años en el activismo contra los secuestros parentales después de que su exmujer japonesa se llevara a sus dos hijos amparada por la laxa legislación nipona, una experiencia que comparte con Gutiérrez.
Pese a que Find My Parent fue diseñada en principio para ayudar a niños sustraídos por un padre a encontrar a su otro progenitor, sus creadores ven en la herramienta potencial para su uso en la búsqueda de víctimas de trata, las separaciones familiares en la frontera estadounidense o los campos de refugiados.
CÓMO FUNCIONA LA APLICACIÓN
La aplicación es básicamente una “app” de emparejamiento, pero la estructura de búsqueda funciona a la inversa.
Al crear un perfil, el progenitor debe especificar que está buscando a alguien e introducir toda la información que conoce de esa persona, mientras que el hijo que busca a su padre debe completar los campos con información sobre sí mismo.
“Pensé que sería una gran idea si existiera alguna aplicación en la que el niño pudiera introducir información sobre la familia que conoce y pudiera encontrarme”, en definitiva, la búsqueda se lleva a cabo “a través de la gente que el niño conoce”, cuenta Gutiérrez.
El formulario cuenta con multitud de campos: nombre de nacimiento, fecha, el nombre del doctor que asistió el parto, el número del certificado de nacimiento, instituciones educativas, lugar de trabajo de los padres, número de seguro médico, nombre de mascotas, últimos lugares de residencia, nombre de parientes.
Además de texto, la “app” tiene reconocimiento facial. Es posible subir fotografías y buscar coincidencias por el rostro e incluso por los entornos, para determinar los lugares donde fueron tomadas y buscar posibles vínculos entre las personas que las tienen.
La diferencia con otras aplicaciones de emparejamiento o las redes sociales, usadas muchas veces para este tipo de búsquedas, es que esta información no es pública ni visible. Es una inteligencia artificial la que se encarga de encontrar las coincidencias a través de los datos almacenas en servidores en la nube WebSocket.
De este modo, la aplicación no permite una “búsqueda activa”. Cuando la IA detecta un porcentaje alto de coincidencia entre dos perfiles, se envía una notificación, pero únicamente el usuario de menor edad, presumiblemente el hijo, puede establecer contacto.
Estas características buscan mantener a raya a posibles depredadores sexuales o traficantes de personas. Actividades sospechosas como cambiar repetidamente los datos para forzar un emparejamiento bloquearán la cuenta y alertarán a los administradores, pudiendo ser eliminada.
Además, los padres solo pueden usar inicialmente la “app” a través de invitación. Para los niños el acceso sí será gratuito y universal, pues es, al fin y al cabo “una aplicación en la que los niños pueden encontrar a sus padres”, señalan.
UNA VERSIÓN PARA UCRANIA
En un primer paso para su expansión, Gutiérrez, Dawra y Fichot firmaron este jueves un acuerdo de colaboración con la policía de Ucrania para el despliegue de la aplicación en ese país.
Lo hará a través de una versión personalizada llamada Reunite Ukraine que difiere de Find My Parent principalmente en que las autoridades policiales sí tendrán acceso a la base de datos.
Con su uso buscan acelerar y mejorar el reencuentro de familias separadas por la guerra que estalló el pasado febrero, tanto de los refugiados como de quienes fueron forzosamente separados.
El conflicto “ha generado una crisis humanitaria sin precedentes en Ucrania: muchas familias han perdido a sus seres queridos, han sido separadas, perdidas o deportadas a la fuerza a Rusia”, dice el diputado del Parlamento Europeo Petras Austrevicius, que viene apoyando el proyecto.
Una aplicación así puede contribuir a “darles la esperanza para reconstruir sus vidas”. Paradójicamente, los primeros ingenieros contratados por Gutiérrez para empezar a desarrollar la “app” original eran ucranianos.
“Creo que en la sociedad en la que vivimos ahora, cuanto más abiertos somos podemos crear esta tecnología que nos ayude. Desde hace unos años tenemos mucha más información sobre salud mental que nos puede ayudar y creo que un factor determinante”, agregó.
Además, visibilizó este problema que denominaron como uno “común” del cual las personas debe actuar para optar por cambios contundentes.
“Es más común de lo que creemos. Tenemos que impulsar a la gente para que hable más de ello para hacer cambios en sociedad. Lo bueno es que ahora tenemos una app que puede dar esperanza, en el futuro no existía.”
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