Usman Garuba capta los mensajes de su entrenador, Stephen Silas, y responde a ellos de una manera contundente, con una motivación brutal. Después de haberse quedado otros dos partidos sin ni un solo minuto, el pívot contestó todavía más alto y más claro con 10 puntos, 4 rebotes, 1 asistencia y 1 robo en 15 minutos a pesar de la abultada derrota contra Oklahoma City Thunder (153-121) de unos Houston Rockets sin motivaciones ni aspiraciones ya esta temporada.
Después de jugar en todos los partidos a excepción de los dos primeros encuentros del curso, el ex del Real Madrid ha salido de la rotación, pues de los cinco choques anteriores al de Oklahoma sólo había jugado uno. Sin embargo, en ese en el que saltó al parqué ya había dado muestra de cómo reacciona a dos ‘banquillazos’ consecutivos, registrando 8 puntos, 6 rebotes y 1 asistencia en 19 minutos.
“Estaba motivado porque me sacaron de la rotación. Pero he seguido trabajando para demostrar a todos que puedo ser un buen jugador, que puedo desarrollarme si juego en la posición correcta”, dijo entonces el interior de sólo 20 años, que firmó una notable serie de lanzamientos con un 4/7 en tiros de campo y un 2/4 desde un perímetro en el que sigue mejorando y atreviéndose cada vez más.
La actuación del español, que ha perdido presencia en favor de Bruno Fernando, fue una de las pocas alegrías en unos Rockets humillados que llegaron a perder de 45 y que se vieron impotentes ante el festival de Shai Gilgeous-Alexander –42 puntos con un 14/23 en tiros-, símbolo del auge del baloncesto canadiense.
Los Rockets, el equipo con peor récord de la NBA, se hunden aún más con 13-40 en la última plaza de un Oeste en el que se sigue ilusionando Oklahoma, duodécimo con 25-27 en una Conferencia en la que todo es posible con la extrema igualdad que hay.