El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que las diferencias diplomáticas con Perú existen desde antes de la destitución del exmandatario andino, Pedro Castillo.
“No crean que las diferencias con el Perú las tenemos a partir de la injusticia que cometieron destituyendo y encarcelando al presidente legal y legítimo Pedro Castillo”, declaró este miércoles durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
“¡No, desde antes!”, añadió.
Esto después de que Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Perú haya declarado a AMLO persona non grata por sus declaraciones contra la actual presidenta andina, Dina Boluarte, y Castillo.
López Obrador relató este miércoles que los conflictos entre México y Perú se remontan a la época en que fue destituido Evo Morales.
En 2019, el expresidente de Bolivia renunció a su cargo tras una controversia por las elecciones. Ese mismo día, el canciller mexicano Marcelo Ebrard le ofreció asilo político.
De acuerdo con el mandatario, se envió un avión mexicano para “ir a buscar a Evo Morales”. No obstante, aseguró que Perú prohibió el uso de su espacio aéreo al avión de la Fuerza Aérea Mexicana.
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Las declaraciones de AMLO se dieron después de la decisión de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso peruano que aprobó el lunes una moción de rechazo a las declaraciones de López Obrador sobre asuntos internos de Perú y planteó al pleno del Legislativo que lo declare “persona non grata” en el país andino.
Esta decisión fue celebrada por el presidente, quien afirmó que es un ‘orgullo’ y agradeció a los legisladores.
La moción recibió 11 votos a favor, 1 en contra y 3 abstenciones de los integrantes del grupo de trabajo legislativo, quienes rechazaron las “inaceptables declaraciones” del jefe del Ejecutivo mexicano, quien hace unos días llamó “usurpadora” a la presidente peruana, Dina Boluarte.
Además, López Obrador ha dicho que la actual mandataria debería dejarle “la Presidencia al que ganó en una elección libre y democrática, a Pedro Castillo“, quien está preso desde el pasado 7 de diciembre tras ser destituido por el Congreso peruano luego de intentar dar un golpe de Estado.
Asimismo, se ha negado a entregar la presidencia de la Alianza del Pacífico argumentando que Boluarte “no es legal y legítimamente presidenta del Perú”.
El mandatario mexicano, quien ha otorgado asilo político a la esposa e hijos de Castillo, asegura que este fue víctima de un golpe de Estado “de la oligarquía” y que Boluarte, que asumió el cargo por sucesión constitucional por ser la vicepresidenta, “fue impuesta” en el Gobierno de Perú por lo que tiene “como 25 % de aceptación”.
A fines de febrero pasado, el Gobierno de Perú anunció el retiro permanente de su embajador en México y señaló que la relación bilateral quedaba reducida a encargados de negocios.
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