Los Boston Celtics siguen vivos a pesar de que la historia está en su contra. Se lo toman día a día, y de momento ya han rascado dos triunfos después de caer en un agujero de 0-3 en las Finales de la Conferencie Este de la NBA. “Es ganar o morir”, resume Joe Mazzulla, su entrenador debutante. La montaña rusa emocional de la franquicia de Massachussets en estos playoffs ha sido notable, y es que llevan ya 11 partidos encadenando varias victorias o derrotas de forma consecutiva.
Después de caer en el primer choque de semis contra los 76ers, ganaron dos para sentirse en plena forma. Luego cayeron otras dos y se vieron con el agua al cuello, pero lograron vencer en el sexto y el séptimo para clasificarse para la eliminatoria contra los Heat. Perdieron tres seguidos y ahora buscan lo que nadie ha logrado.
“Por algún motivo extraño, también el año pasado, siempre nos lo hemos puesto un poco más difícil de lo que ya es”, reflexionaba Jayson Tatum después de aportar 21 puntos y 11 asistencias en la victoria.
El referente de los Celtics se deshizo en elogios hacia el grupo y su capacidad de sacar lo mejor de sí en los peores momentos: “Es un testamento sobre nuestra unión, lo mucho que lo queremos. Tenemos un vestuario lleno de tipos duros y decididos que piensan empujar. Miras a izquierda y derecha y crees que el de al lado hará lo que sea necesario y caerá luchando si la cosa no funciona”.
Si ganan el sexto partido en Miami, Boston continuará su camino hacia la historia. Solo tres equipos han forzado un séptimo partido tras ir 3-0 abajo en una eliminatoria de playoffs. Los New York Knicks contra los Rochester Royals en 1991, los Denver Nuggets contra los Utah Jazz en 1994 y los Portland Trail Blazers contra los Dallas Mavericks en 2003. Ninguno ganó finalmente la batalla.
“No podíamos estar en peor situación, pero no hemos mirado alrededor, no hemos tomado caminos separados. Nos hemos mantenido unidos”, celebraba Jaylen Brown, autor de 21 puntos en el quinto. “Cuando nos alcanza la adversidad, podemos ver de lo que está hecho este equipo. Vamos a necesitarlo todo, y será una lucha de perros. Hay que estar preparados para recibir su puñetazo en casa y ser resistentes, salir ahí fuera, y hacer lo que toca”.