Las dos caras de Brahim ante el Betis


Desde que llegó al Real Madrid en el pasado mercado de invierno, la figura de Brahim Díaz ha pasado por varios momentos a cada cual más diferente. Y todo ello queda englobado en los dos partidos de esta temporada que el conjunto blanco ha tenido frente al Real
Betis.

El primero, el del pasado mes de enero en la jornada 19, fue en el que el joven jugador malagueño hizo su debut en Liga. Acababa de llegar desde el Manchester
City y Solari decidió hacerle debutar en el Benito
Villamarín donde tuvo ocho minutos en la victoria de los blancos por 1-2.

Ahora, toda una vuelta al calendario después, llega al segundo partido frente al conjunto verdiblanco como uno de los jugadores más destacados del plantel del Zidane hasta el punto de que ha terminado por convencer al francés y puede que se quede como pieza importante en el vestuario de cara al curso que viene.

Sin embargo, entre estos dos partidos, ha habido cuatro meses de diferencia en los que el futbolista ha experimentado un cambio de entrenador, varias eliminaciones y una evolución en lo personal que ha terminado por ser muy positiva.

Tras sus primeros minutos como madridista, Brahim estuvo varias semanas relegado al ostracismo del banquillo y, mayormente, de la grada y pasó a ser un jugador residual para Solari. Vinicius por entonces era quien acaparaba los focos y Brahim, con oportunidades tan solo en Valdebebas, trabajaba para volver.

Entre tanto, el Ajax irrumpió por el Bernabéu, el Barcelona también días más tarde, y el Madrid sufrió una metamorfosis a la que Zidane puso algo de luz.

Luz que también fue viendo Brahim con su titularidad en el partido ante el Huesca (3-2) de finales del mes de marzo y donde a partir de ahí su figura emergió hasta el punto en el que se encuentra ahora.

El malagueño ya sabe lo que es marcar un gol con el Real
Madrid (Lo hizo la pasada jornada en Anoeta) y se ha metido en el bolsillo a la afición y cuerpo técnico que ya le demandan como uno más de la plantilla del próximo proyecto merengue. Y todo, con el Betis como principio y como final.


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