La Roja tiene hambre. Hay hambre de goles, como se pudo ver con la ‘manita’ ante Zambia, para despejar los fantasmas sobre la falta de definición y puntería y tras haber intensificado en las últimas sesiones los remates a puerta.
Hay hambre de gustar, por lo que se sigue a conciencia el estilo de juego de toque y posesión que identifica a la Roja. España se gusta, juega con valentía y descaro, con un juego reconocible, se combina bien y derrocha talento.
Y hay hambre de títulos. Cómo no. Si en las categorías inferiores la selección española reina con Mundiales y Europeos en todas las categorías, las ‘mayores’ buscan un primer título que las lance hacia el escaparate mundial para reivindicar, de una vez por todas, que el fútbol femenino ha venido para quedarse.
Tras un estreno más que convincente ante Costa Rica, con Aitana Bonmatí tomando el mando y un juego ilusionante pese la intensa lluvia, ayer ante la Zambia de Barbra Banda y Kundananji se logró una ‘manita’ para sellar el pase a octavos a las primeras de cambio. Un empate ante Japón valdrá este lunes (9 horas) para ser líderes. El duelo ante las niponas, un rival muy serio y ordenado, se presume vital para conocer las opciones reales de este equipo. Las ‘Nadeshiko’, con nombres propios como Tanaka y Fujino y la incombustible Saki Kumagai, la heroína que ya ganó la Copa del Mundo en 2011 al imponerse a Estados Unidos, son una auténtica prueba de fuego.
“El objetivo está cumplido”, reiteraba Jorge Vilda, quien ha pasado de la euforia de señalar que “somos candidatas” a la máxima prudencia. Sin duda, hay que evitar el exceso de confianza de cara a las potencias que llegarán.
Y para ellas se sacarán las mejores armas. De entrada, la Roja es un muro con la pareja de centrales Irene Paredes-Ivana Andrés -la defensa del Real Madrid por fin tiene minutos en su tercer Mundial tras Canadá’2015 y Francia’2019- y con las bandas muy bien definidas con Ona Batlle y Olga Carmona. La meta Misa Rodríguez apenas está teniendo que intervenir para encadenar ya seis partidos con la portería a cero y no encajar un gol desde el 6 de abril ante Noruega. Las actuaciones estelares de Aitana Bonmatí, que camina directa hacia un Balón de Oro más que merecido tras su temporada estelar con el Barça, así como de la ‘Pichichi’ de la Liga Alba Redondo, el olfato de la ‘killer’ Jenni Hermoso en su partido 100 como internacional -la única española en la historia marcar en dos Mundiales- o de la joven Salma Paralluelo que hace menos de un año ganaba el Mundial Sub’20 con sus dos goles y MVP en la final, llevan a la Roja a soñar en grande. A todo ello, la ‘Reina’ Alexia dejó claro que está de vuelta. Hay hambre de Mundial