Alguna novedad se barruntaba para el encuentro frente al Alavés por lo duro del calendario y lo hubo. De nuevo Ibai Gómez dispuso de la oportunidadde actuar y lo hizo desde el principio ante su exequipo. Esta vez el sacrificado fue Iñigo Córdoba, se supone que reservado para el compromiso de Butarque, donde la presión y el aguante físico serán vitales para hacer frente a un necesitado Leganés, de incensante garra en su estadio. Los apenas 17 minutos con los que contó Ibai ante la Real Sociedad le supieron a poco al de Santutxu, que no gozaba de la condición de titular desde el encuentro ante el Valencia el 3 de marzo pasado, choque saldado con derrota por 2-0. Más de seis meses han pasado desde entonces, claro que con las vacaciones de por medio.
Esa inactividad se le notó al inicio, cuando los rojiblancos se desenvolvían más que nada por la banda derecha. Solo en las jugadas a balón parado tenía cierto protagonismo Ibai Gómez, aunque fue parte determinante en la jugada que terminó en el penalti hecho a Williams. El interior de Santutxu había enviado a la primera con la zurda un balón que corría por el flanco izquierdo tras el envío de Yuri.
Ahí demostró su calidad en un lance en el que había que dar rápido tránsito al cuero en busca del factor sorpresa. Aunque no fue gran protagonista en ese primer acto, el rojiblanco fue vital en ese lance. Y quizá también cuando abortó un disparo blanquiazul dentro del área que tenía muy mala intención. Había que estar el labores de achique en un momento del encuentro en el que el Alavés se había estirado un poco con el marcador en contra.
Se va a la derecha
Con la llegada de la segunda parte, Garitano confió su labor a la banda derecha, para que Muniain se marchara a la izquierda. Fueron momentos en los que el Athletic comenzó a perder el control y ahí Ibai estuvo desistido. Como no entraba en juego en el minuto 64 tuvo que ir de nuevo a la derecha a sacar una falta, aunque en corto. Luego una pérdida en el centro del campo originó cierto peligro pronto abortado y en el minuto 71 estuvo cerca de ponerla en la escuadra. Para redondear la faena soltó un zapatazo que desvió Pacheco y Muniain convirtió en el segundo gol.
Después, con la marcha del navarro, Ibai volvió de nuevo al flanco derecho. El jugador de Santutxu fue determinante en un encuentro muy especial para él y saldado con una buena nota. Uno más para la causa y para la sucesión de partidos que llegan.
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