El exfiscal mexicano Edgar Veytia ha sido condenado este jueves por un tribunal federal de Nueva York por narcotráfico a 20 años de prisión y cinco en custodia. El antiguo fiscal del Estado occidental de Nayarit enfrentaba cadena perpetua tras haberse declarado en enero culpable de haber instigado el contrabando de heroína, cocaína, metanfetaminas y marihuana de México a Estados Unidos a cambio de sobornos. El abogado de Veytia, Jeffrey Lichtman, quien también defendió al capo mexicano Joaquín El Chapo Guzmán, señaló tras la sentencia que Veytia era el “perfecto chivo expiatorio” ya que los verdaderos líderes de la red de narcotráfico siguen en libertad. El tribunal ha establecido además una multa de un millón de dólares.
Veytia no solo compartió abogado con El Chapo. También compartió juzgados. A pocos metros de la sala en que el capo del Cartel de Sinaloa recibió su cadena perpetua, el exfiscal escuchó a la jueza Carol Bagley leer la condena. “Cuando El Chapo Guzmán fue sentenciado, advertimos que vendrían más días para contar. La sentencia impuesta en este corrupto funcionario mexicano es ese día”, dijo el fiscal del caso, Richard Donogue. “Trabajando con el cartel, Veytia utilizó la ley mexicana para proteger cargamentos de droga, intimidar y perjudicar a los narcotraficantes rivales y obstruir la justicia cuando los miembros de la organización eran detenidos”, prosiguió.
El exfiscal enfrentaba una pena de por vida en la cárcel, pero solo ha recibido 20 años. Desde su detención, en marzo de 2017, se especuló con las negociaciones que podría tener con la justicia estadounidense para reducir su condena a cambio de información valiosa sobre el narcotráfico en México. Algo que ha rechazado este jueves su abogado. Entre 2013 y 2017, Veytia fue fiscal general de Nayarit y mano derecha del exgobernador Roberto Sandoval, del PRI, sobre quien recaen acusaciones de corrupción y lavado de dinero pero continúa en libertad. En esos años, se lo vinculó directamente con los carteles que operaban en su Estado. Primero el de Sinaloa, después el de los hermanos Beltrán-Leyva, a través de su brazo armado conocido como Los Haches, luego Los Zetas y, en los últimos meses antes de la detención, el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que se ha convertido en la principal organización criminal de México.
La sentencia está basada en su relación con Los Haches. Según el tribunal de Nueva York, Veytia ayudaba a este cartel a distribuir mensualmente unos 500 kilos de heroína, 100 de cocaína, 200 de metanfetaminas y 3.000 de marihuana en territorio estadounidense. La relación entre el exprocurador y este grupo terminó meses antes de su arresto. La sociedad llegó a su fin en un espectacular operativo, en febrero de 2017, encabezado por la Fiscalía de Nayarit y el Ejército mexicano que acabó con la vida del líder regional de la organización, Francisco Patrón, El H2. Se estimaba que entonces, Veytia había cerrado un acuerdo con el CJNG. Poco después, el FBI lo detuvo en San Diego, California.
La relación con el narcotráfico no es la única acusación que recae sobre Veytia. Como jefe de la Fiscalía y la Policía estatal, fue señalado como responsable de montar un “régimen de terror” que efectuaba desapariciones forzosas, secuestros, amenazas y extorsiones. La justicia mexicana anunció en agosto la apertura de una carpeta de investigación. En Estados Unidos se ha lanzado una señal a México. “Ni los líderes de los carteles ni los funcionarios corruptos que cooperan con ellos deberían dormir bien hoy. Estamos yendo por ustedes”, ha concluido el fiscal Donogue.
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