A grandes males, grandes remedios

La visita del Betis a San Mamés constituía algo más que un partido cualquiera de Liga. Gaizka
Garitano era consciente de ello. Sus jugadores, también. A grandes males, grandes remedios.

El técnico rojiblanco optó por aplicar el bisturí de partida en lo que venía siendo su alineación tipo. Portería y defensa, eso sí, no sufrieron variación alguna. Las modificaciones llegaron del centro del campo hacia adelante.

Doble pivote inédito en lo que va del presente campeonato liguero, aunque similar en comparación con la visita de Osasuna a Bilbao de la pasada campaña. Vencedor y Vesga repitieron, por tanto, en la zona ancha, con la diferencia que el derbi ante los rojillos se saldó con 0-1 y el duelo frente a Joaquín y compañía con un contundente 4-0.

Garitano sacrificó en tan señalada ocasión a Dani
García, confinado durante algunos días antes a causa del coronavirus, y a Unai
López. El nuevo centro del campo rojiblanco no abusó ni de los pases de seguridad, ni de conducir el balón. Al contrario. Pocos toques, rápidos y casi siempre hacia delante.

La otra gran sorpresa llegó de la media hacia delante. Garitano situó a Muniain en la media punta con Williams y Berenguer abiertos a banda y Villalibre en la delantera. Raúl
García y Morcillo pasaron así de titulares a suplentes. La experiencia, a tenor del resultado y del propio juego de los leones, resultó positiva.

Los rojiblancos, en una situación muy comprometida para su entrenador, pasaron poco a poco por encima de un débil y flojo Betis. Lo del equipo de Pellegrini a nivel defensivo es para hacérselo mirar. Más facilidades, imposible. Y para colmo de males, de sus males, gol en propia puerta a las primeras de cambio. No es de extrañar, visto lo visto, que el verdiblanco sea el conjunto de Primera que más tantos en contra ha recibido (21) en este primer tramo de competición.

La solidez defensiva del Athletic, con Unai
Simón como mero espectador bajo palos, ganó enteros con el discurrir de los minutos. Un error de concentración y marcaje, pese a todo, pudo pasar factura a los leones en una acción posterior al 1-0 que acabó con el balón dentro de la portería bilbaína. El tanto quedó anulado por fuera de juego previo de Víctor
Ruiz, el autor, precisamente, del gol en propia puerta en la jugada del 1-0.

Vencedor, Vesga y Villalibre supieron estar a la altura de

las circunstancias

Los de Garitano aprovecharon esta solvencia defensiva y la insistencia del Betis en buscar la portería del Athletic para correr en ataque una vez recuperada la posesión del balón. Los rojiblancos, esta vez sí, dejaron constancia de su capacidad para generar peligro por velocidad. El pase lateral o hacia atrás fue reemplazado en esta ocasión por el toque hacia delante y las carreras.

Los leones presionaron además mejor que en compromisos anteriores y no tuvieron mayores problemas a la hora de desdoblarse en ataque. Capa y Yuri supieron aprovechar los espacios por sus respectivos laterales para complementar los intentos de Williams y Berenguer. Muniain, desenvolviéndose por una zona más centrada, también se sintió más cómodo y activo.

El delantero de referencia

La actuación de Villalibre tampoco pasó desapercibida. El delantero de Gernika se desenvolvió a sus anchas. Sus caídas a banda, su búsqueda constante del espacio libre y su movilidad complicaron la vida a unos centrales del Betis a los que se les acumuló el trabajo por momentos. El ariete intentó además tanto asistir como rematar.

El Athletic, en definitiva, respira con mayor tranquilidad. El equipo respondió en un momento crítico para Garitano. Lo hizo además con novedades significativas en su once titular. Más vale, en cualquier caso, no confiarse porque el domingo en Getafe espera un rival mucho menos amable que el equipo de Pellegrini.


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