A la F1 con el dinero de los narcos

A la F1 con el dinero de los narcos

La Fórmula 1 está llena de historias curiosas y sorprendentes. Y sin duda, una de las más llamativas es la del ‘Cuchilla’.

En la primera carrera del Mundial de F1 de 1981, en Long Beach (Estados Unidos), el modesto equipo Ensing, fundado por el ingeniero Morris ‘Mo’ Nunn, contaba con Marc Surer al volante de su único monoplaza. Surer tenía manos, pero no billetera, y el equipo sufría importantes problemas económicos, por lo que necesitaba encontrar de manera urgente a un piloto con la cuenta corriente suficiente como para seguir compitiendo.

Por aquel entonces, algo se estaba moviendo entre bambalinas, pero no se supo hasta la segunda carrera. Nos referimos al GP de Brasil de F1 de 1981. El entonces mandamás del ‘Gran Circo’, Bernie Ecclestone, se llevó una sorpresa al ver que el equipo Ensign se presentaba a la cita. Todos creían que estaban en quiebra y no podrían costear el viaje. Pero ahí estaban. ¿Cómo lo habían logrado? La respuesta estaba en el piloto.

Un piloto con dinero

Ensign se presentaba en Brasil con un nuevo hombre al volante, un piloto colombiano llamado Ricardo Londoño, apodado ‘Cuchilla’ en su país por su ingenio en las pistas sobre cualquier vehículo. Competía gracias al dinero que le respaldaba de su país, que quedaba reflejado en el único patrocinador que tenía aquel coche: Colombia.

Ricardo el ‘Cuchilla’ Landoño

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Ricardo había corrido en Colombia en motos y coches y rápidamente se hizo un gran nombre allí. Probó suerte en la IMSA en 1979, fue 7º en las 24 horas de Daytona de 1980, participó en la CAN-AM y en Europa había competido en el Campeonato Aurora de F1. Pero su gran oportunidad le llegaba en Jacarepaguá, Río de Janeiro.

No había debutado en Estados Unidos porque no le habían concedido la súper licencia. Pero en Brasil, como era la primera vez que Jacarepaguá albergaba una prueba de F1, la FIA dio a todos los pilotos una sesión más de entrenamientos previa para empezar a conocer la pista. Esa sesión debía servirle al ‘Cuchilla’ para demostrar a la FIA que tenía las capacidades suficientes como para disputar aquel Gran Premio. Era un examen. Se jugaba su participación en el GP de Brasil de 1981.

Un debut sorprendente, pero…

Lo más sorprendente es que aquel hombre no era solo un piloto de pago. Era rápido y lo demostró desde el inicio, superando a pilotos contrastados. Quizás a alguno no le sentó bien que un ‘novato’ quisiera demostrar tanto tan pronto. Ejemplo de ello pudo ser la acción de Keke Rosberg, que pegó un frenazo (‘break test’) ante Ricardo. Si hubiera tenido más tablas y kilómetros en un Fórmula 1, quizás lo hubiera evitado. Pero Ricardo acabó estrellado contra la parte posterior del coche de un mito como Emerson Fittipaldi, en su GP de casa. 

Esa acción fue suficiente para que la FIA le negara la Súper Licencia y le impidiera competir en ese Gran Premio. Quizás porque por ese entonces Bernie Ecclestone ya había entendido el origen del dinero que había llevado al ‘Cuchilla’ a la F1. Había descubierto el pastel. Aquel fin de semana, Surer regresó a pista y realizó una actuación asombrosa, terminando cuarto bajo una tremenda lluvia. Por su parte, Ricardo volvió a Europa.

Lo que había descubierto Bernie es que el ‘Cuchilla’ era un hombre vinculado al peligroso y temible cártel de Medellín, cuyo mandamás era Pablo Escobar. Incluso se llegó a decir que era su tesorero. Ecclestone tuvo en el accidente provocado por Keke la escusa perfecta para impedir que la F1 se viera envuelta en un escándalo mayúsculo por la presencia de un piloto con apoyo de una de las organizaciones criminales más peligrosas del mundo y pionera en el tráfico de cocaína.

Mal final

La historia de Londoño terminaría mal. El 18 de julio de 2009, el ‘Cuchilla’ fue asesinado junto a dos acompañantes en un balneario caribeño del país. Al parecer, Ricardo estaba disfrutando de una comida con su familia y amigos en un restaurante con vistas al mar, cuando al prepararse para salir, un grupo de hombres armados empezó a disparar contra el piloto, al que alcanzarían 12 balas, tres de ellas en la cabeza. Según la prensa local, la Policía indicó que el asesinato fue parte de un ajuste de cuentas por tráfico de drogas. A los 60 años, el fugaz ex F1 de los narcos perdía la vida




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