“Es algo con lo que nunca me he encontrado, ni como jugador y menos como entrenador, esto de presentarnos a un partido sin entrenar. Pero hemos seguido el protocolo y nos vamos a Sevilla”. Son las palabras de Alex Mumbrú, distribuidas por el Bilbao Basket, antes de partir ayer hacia Loiu para coger el vuelo a las 19.35 horas que llevó a la expedición del RETAbet a tierras andaluzas para disputar mañana el compromiso contra el Coosur Real Betis (16 horas). El técnico estuvo tajante, no era para menos. De estar confinados toda la semana y sin entrenar, directos a la pista para un compromiso de especial trascendencia. A Sevilla con este traje.
Los miembros del Bilbao Basket se sometieron ayer a una tercera tanda de PCR y, esta vez sí, todos resultaron negativos. “La plantilla emprende este viaje en una semana en la que no ha podido realizar ningún entrenamiento”, recalca el comunicado emitido por la entidad de Miribilla. El único trabajo que han podido hacer es físico, cada uno según las posibilidades de su hogar, y han estado en contacto de forma telemática. Hoy se calzarán de nuevo las zapatillas en Sevilla y mañana realizarán la habitual sesión de tiro previa a los encuentros.
Todo comenzó con un positivo en Covid-19 de una persona del staff tras el choque contra el UCAM Murcia. Quedaron recluidos en sus domicilios y se suspendieron los entrenamientos, como manda el protocolo. El martes se sometieron a las pruebas y todos obtuvieron un negativo. El problema estuvo en la segunda ronda de test realizada el jueves. Hakanson, que había tenido algún ligero síntoma previamente, dio positivo. El sueco estaba incubando el virus cuando se sometió al PCR del martes. Una vez sabido esto, la ACB retrasó el Betis-Bilbao Basket, previsto inicialmente para hoy, a mañana a las 16.00 horas.
Aunque estaba a expensas de los exámenes de ayer. En la tercera tanda hubo pleno de negativos y luz verde para tomar un avión y que haya partido. El nuevo protocolo de la Liga dicta que un equipo debe tener un mínimo de ocho jugadores hábiles, con dos PCR negativas en un espacio de 48 horas, para poder jugar; así como que estén disponibles el primer o el segundo entrenador. El RETAbet cumple ambos parámetros.
La normativa es clara y permite que se dispute el encuentro. Las dudas llegan en lo ético, cuando el Bilbao Basket no ha podido entrenar en toda la semana. Al margen de que existe un cierto riesgo. Mínimo, pero lo hay. Al igual que Hakanson ha tardado en incubar el virus, tampoco es descartable al cien por cien que otro jugador pueda empezar a mostrar hoy evidencias de la enfermedad… o que sea asintomático.
¿Atendiendo al protocolo, si hubiera salido algún positivo más, pero el RETAbet tuviera ocho o nueve jugadores, qué debería pasar? Es la pregunta que le lanzaron a Curro Segura, entrenador del Betis, en rueda de prensa. “Si el protocolo dice que hay que jugar, hay que jugar, pero no soy yo el que hace los protocolos. Como lo van cambiando, no me puedo parar mucho a pensarlo. Esperemos jugar, pero veremos a ver qué pasa”, respondió por la mañana, antes de conocer los resultados de los PCR de los hombres de negro.
¿Hasta qué punto le afectaría a Segura de cara a preparar un partido no poder trabajar durante la semana? “Nos pasó en pretemporada, sin entrenar tuvimos que jugar. Son situaciones que este año pueden darse y que más vale no lamentarse demasiado porque están dentro de la posibilidad”, aseveró el técnico a la par que añadía que no considera que las circunstancias de partido cambien.
En lo meramente deportivo, el granadino cree que es “muy importante” sumar una victoria ante los bilbaínos “porque al ser un rival directo supondría una ventaja más” en la lucha por la permanencia: “Hay que ganar como sea”. Lo que más destacó en las filas del RETAbet es “el bloque que conservan del año pasado, muy apoyados en Rousselle, Brown y Balvin; es lo mejor de ellos, jóvenes con proyección y gente experta que conoce la competición”.
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