A Simeone le falta la guinda


El Atlético de Madrid cerró el mercado estival con ocho fichajes, pero le faltó la guinda. El club asumía desde hace tiempo que debía proceder ahora a una profunda reestructuración de la plantilla. Jugadores veteranos que dejaban el club, otros también importantes que no querían estar…



Así, Diego Simeone ha recibido hasta ocho caras nuevas. Los laterales Trippier y Lodi, los centrales Hermoso y Felipe, los centrocampistas Herrera y Llorente y los atacantes Joao
Félix y Saponjic. Pero el Cholo quería otro futbolista diferencial. Y pese a los intentos del club por lograrlo, no se dio.

Principalmente, porque Correa se quedó en el Atlético. Su salida era fundamental para que la entidad se lanzara a por otro fichaje de renombre. A pesar de que el club ha cerrado el mercado con superávit, desde los despachos se entendía que sin la salida del argentino, no habría una entrada.

El primer deseado de Simeone fue James Rodríguez. Zidane no le quería en la plantilla, el Madrid no encontraba destino y en el Metropolitano estaban dispuestos a ficharlo. Era muy del agrado del técnico colchonero, aunque parte de la directiva prefería a Eriksen, del Tottenham, a quien le quedaba un año de contrato, lo que hacía que los ingleses no se cerrasen a traspasar al danés.

Con el colombiano estaba todo muy avanzado. El jugador no quiso escuchar más ofertas cuando supo del interés del Atlético. Y el Madrid, que en un principio no quería vender a otro jugador a su eterno rival tras Llorente u que fue cediendo hasta el punto de que Gil Marín habló públicamente de este fichaje, cambió de postura tras una noche de verano en Nueva Jersey. El escandaloso 7-3 con el que los colchoneros despacharon a los blancos fue un golpe muy duro para un Florentino Pérez que, entonces, cerró la puerta al Atlético. Si se hubiese cerrado antes el traspaso de Correa al Milan, probablemente hoy James sería local en el Metropolitano.

Así, y con Simeone probando durante todo el verano con Diego Costa y Morata en la punta de ataque, con Joao Félix en una banda y con Saponjic en un plano totalmente secundario, la llegada de otro delantero se antojaba necesaria. Fue entonces cuando surgió el nombre de Rodrigo Moreno. Había acuerdo con el internacional español, y también con el dueño del Valencia (Mateu Alemany y Marcelino no querían perder al atacante). Pero volvía a faltar lo mismo: la salida de Correa. Rodrigo llegó incluso a despedirse de sus compañeros, y todos en Paterna daban por hecha su marcha. Pero aunque estuvo muy muy cerca, no se cerró la venta de Correa, que también quería recalar en el Milan. Los italianos no llegaban a las peticiones del Atlético. Y nunca llegaron.

Así, Simeone se queda sin su guinda deseada. Con sólo 21 jugadores del primer equipo en la plantilla (son 22 inscritos con Vrsaljko) y con la sensación de que le falta algo.


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