"A todos nos encantaría estar en la situación de la Real"

"A todos nos encantaría estar en la situación de la Real"

Iñigo Martínez reconoce que goza con la Real que abandonó en 2018 para irse al Athletic a cambio de 32 millones de euros. Desde entonces, la Real ganó una Copa, la obtenida tras derrotar al cuadro rojiblanco en la final de Sevilla en 2021, y obtuvo la clasificación para la Europa League tres temporadas consecutivas. Su último partido en Europa fue el 7 de 12 de 2017, con la Real ante el Zenit en Anoeta (1-3).  

Cuando en Radio Marca le preguntaron si disfruta viendo a la Real, la respuesta fue contundente: “Por supuesto”, a lo que añade: “Y cuando he tenido que felicitar, lo he hecho”. Va más allá el exrealista nacido en Ondarroa al referirse a la escuadra de Imanol Alguacil, su exequipo: “Da gusto verles; a todos nos encantaría estar en la situación en la que están”.  De momento, el Athletic, tras ser octavo esta temporada, pasará otro año sin participar en competición continental: “Nosotros, seguir en lo nuestro”, dice el central. “Sabemos que cada año va a estar más complicado, pero siempre sacamos esa garra y esa fuerza que nos permiten seguir compitiendo”, agrega.

Las reacciones a cuando se fue

La fuga de Iñigo hace cuatro años y medio hizo mucho daño a la Real y la afición, aunque la evolución de Le Normand en las tres últimas campañas han hecho que ya casi nadie se acuerde del de Ondarroa. De hecho, el valor de mercado del bretón txuri urdin, que asciende a 30 millones de euros, ya es superior al del defensa rojiblanco (25): “Yo sé realmente lo que viví allí, entiendo que la gente en su día se sintiera molesta, lo asumo y tiene libertad de pensar lo que quiera”, manifiesta Iñigo en la misma entrevista de Raúl Varela en Radio Marca: “Sé lo que le di a la Real, que fueron años muy bonitos, y con eso es lo que me quedo y lo que realmente me importa”, añade el de Ondarroa. “Ahora estoy en otro grandísimo club, que me acogió con los brazos abiertos y espero darle otro buen año”, sentencia.

Cuando Iñigo retornó a Anoeta por primera vez, ya vestido de rojiblanco, sintió la animadversión del público de la Real, que no le perdonó lo que consideraban una traición: “Obviamente, a nadie le gusta salir tal y como salí. Se formó mucho revuelo y, de por medio, mucha mentira”, dice el futbolista. “Me quedo con lo bueno: hay muy buena gente allí, de hecho tengo grandes amigos y, no te miento, sigo visitando San Sebastián, una ciudad que me encanta y lo seguiré haciendo”, asevera Iñigo




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