Es la tónica de toda la temporada. Fernando Alonso brilla en pista, pero su coche le priva de sumar los puntos que merece. Volvió a ocurrir en el GP de México de F1. No es de extrañar que el asturiano se quejara por radio: “Increíble. ¡Vaya temporada! ¡Vaya temporada!”. Alonso había ganado dos posiciones en la salida, del 9º al 7º, con otro gran arranque. Imprimió un muy buen ritmo con la goma media, alargando muy bien su primer stint con un total de 40 giros.
Alonso, desolado por ver como otro fallo mecánico en su Alpine vuelve arruinar su carrera en México
Tenía el 7º puesto en su mano, como el mejor de los ‘mortales’ tras los 6 mejores coches. Pero de nuevo, su Alpine volvió a fallar. Empezó a perder velocidad y Ricciardo y Ocon le adelantaron, sin que Fernando pudiera hacer nada para evitarlo. Era 9º y no podía esconder su frustración. Sabía como iba a terminar la cosa. Acabnaría abandonando en la vuelta 65, a 6 giros para el final. Se le volvían a escapar unos buenos puntos, otros más tras una campaña llena de fallos de fiabilidad en su Alpine, muchos más que los sufridos por el de Esteban.
Fernando Alonso se bajaba del coche muy enfadado, haciendo gestos de rabia y finalmente, apoyando su cabeza contra las barreras, mostrando tristeza y lamento. Estaba desolado. Otro gran fin de semana en el que rindió al máximo, que se quedaba sin premio. Y ya son demasiados.