Abelardo necesita que la unidad ‘B’ del Espanyol de el do de pecho


Si finalmente acaba reanudándose LaLiga a finales de junio (se baraja el día 20 como posible fecha), el Espanyol se jugará la permanencia en un intenso torneo y muchos partidos (hasta once) en pocas semanas. Rodará el balón sábados-domingo y miércoles-jueves.



Recuperar el tono físico y mantener la fortaleza mental para no jugar con miedo a posibles contagios será fundamental para tener chance en este ‘rush’ final. El que se pueda enchufar más pronto de los que ‘habitan’ en la cola, tendrá opciones de salvarse.

Otro de los factores clave para poder soñar con la permanencia será que todos los jugadores, incluso los que han sido habituales suplentes hasta el parón por la epidemia de coronavirus, deben dar el do de pecho en la recta final.

Es la hora de los suplentes y de que la llamada ‘unidad B’ se ponga las pilas y enmiende el flojo rendimiento exhibido en los meses anteriores al parón por el virus. Es la hora de los suplentes pues Abelardo necesitará a todo el vestuario en perfecto estado de revista para apretar los dientes y salir del pozo.

Sin olvidar, además, que el riesgo de lesiones se agudizará tras una puesta a punto atípica y muchos partidos a vida o muerte en pocas semanas. De ahí que será vital que haya recambios en el banquillo de garantías para sacar los encuentros adelante. Algo que no ha sucedido hasta ahora.

Sin pólvora de relevo

El Espanyol ha tenido poquísimo gol hasta ahora en la Liga, una de las causas para explicar su actual situación de claro colista. La llegada de De Tomás suavizó un hándicap que fue sangrante entre los teóricos suplentes. Y es que de los 23 goles a favor que lleva el Espanyol, solo tres los hicieron suplentes, jugadores que ingresaron más tarde en el campo y acabaron marcando. Un ‘debe’ a subsanar si se acaba reanudando el campeonato.


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