Mientras los agentes de seguridad detenían a los activistas, ellos empezaron a exclamar: “¡No habrá ningún grito cuando la gente muera!”, “¡Ningún grito cuando los políticos ignoran a la ciencia!” y “¡Grito porque hay gente que se está muriendo, se están muriendo en inundaciones y muriendo de hambre!”.
Los ataques a museos por parte de activistas medioambientales son cada vez más frecuentes. En los últimos meses varios cuadros y piezas de arte valuadas en millones de dólares ha sido víctimas de las protestas. Los museos europeos están en estado de alerta y han aumentado las medidas de seguridad para proteger sus patrimonios.
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Los Girasoles de Van Gogh, La Monalisa, de Leonardoi DaVinci, dos cuadros de Francisco de Goya, entre muchos otros han sido intervenidos por activistas. Hasta ahora ningún cuadro ha sido gravemente afectado puesto que todos contaban con protecciones de cristal.
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