Adam Silver, “optimista con cautela” ante el reinicio de la competición

Llegar aquí ya es un éxito. La NBA volverá a competir este viernes de madrugada y Adam Silver, comisionado de la liga, ha asegurado que eso es muy positivo y que van por el buen camino. El objetivo de la competición es minimizar, o eliminar en el mejor de los casos, el número de positivos dentro de la burbuja que han creado junto a la compañía padre de ESPN, Disney, en su parque de Orlando.

“Desde mi punto de vista, todo va muy bien, y soy optimista con cautela para decir que vamos por el buen camino”, explicó Silver a The New York Times. “También reconozco que estamos haciendo algo que no se ha hecho antes, y la competición está solamente arrancando. La prueba de verdad llegará cuando los jugadores se mezclen, jugando a baloncesto sin mascarillas ni distancia física”.

De hecho, los jugadores ya han empezado a mezclarse en los amistosos, y todo parece ir bien. La última vez que la liga pasó revista a las pruebas semanales, entre el 13 y el 19 de julio, comunicó que no había detectado ningún positivo entre los 346 jugadores
que pasaron las pruebas.

El hermetismo de la burbuja parece estar funcionando. También la mano de hierro con la que la liga se agarra a su protocolo sanitario. Los jugadores pueden salir por motivos urgentes, pero para volver pueden pasar entre cuatro y catorce días en cuarentena según los riesgos que hayan tomado. Zion Williamson, cuatro días de cuarentena, llegará justo al debut después de abandonar ocho días Orlando; Lou Williams, diez días de cuarentena, no llegará por haber asistido al funeral de un familiar y a un club de striptease.

El 27 de julio, Florida informó sobre 8 892 nuevos casos de COVID-19 en el estado, con un total de 432 000 infectados desde el inicio de la pandemia. En la base de operaciones de la nueva NBA se han registrado 5 930 muertes. En ese contexto, queda claro que el riesgo es elevado y que será complicado asegurar el hermetismo del experimento de la competición.

“Esto requiere cierto sacrificio por parte de nuestros jugadores”, afirmó Silver. Vistas las cifras, sin embargo, es difícil pensar un sitio donde los jugadores puedan estar más seguros. El aislamiento en un complejo con instalaciones de lujo es un sacrificio relativo en tiempos de pandemia y lucha racial en Estados Unidos.

Esa acumulación de problemas es la que ha hecho que los jugadores hayan silenciado, tras unos primeros días de quejas, sus dudas sobre la comida, las habitaciones y otros pequeños lujos de la burbuja, como poder jugar al golf o tirarse por un tobogán del parque acuático en la fantasía que la NBA ha creado en Disney.

Gracias a la burbuja, la NBA salvará sus cuentas, y eso significa que los jugadores podrán cobrar también sus millonarios salarios. La operación de la liga en Disney debería evitar pérdidas que podrían alcanzar los mil millones de dólares.


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