El 27 de octubre de 2019 queda muy lejos en el recuerdo para el Deusto. Fue un día dichoso, porque los tomateros se impusieron al Ariznabarra por 0-3 (Guillermo, Larrayoz y Agirre) y cogían algo de aire y la sensación de que se podía remontar el vuelo de una campaña con dificultades. De hecho, se había situado en la decimocuarta posición, con 13 puntos, a cinco del puesto de descenso que marcaba la Real C.
Pero desde entonces la sucesión de resultados ha sido aparatosamente negativa, de tal suerte que está situado en la segunda plaza por la cola con 18 puntos, a 5 de la salvación. En tres meses apenas ha logrado el repóker de puntos y las perspectivas no son muy halagüeñas.
Los reveses comenzaron con el empate a 1 ante el Somorrostro en un mes de noviembre que fue muy áspero: la abultada derrota frente al Sodupe (3-0), el estrepitoso traspié ante el GerniKa en casa (0-4) y una semana después el golpe ante el Portugalete (1-3) certificaron que los problemas lejos de resolverse se agudizaban.
Mal cierre de año
Y el mes de diciembre fue similar, a pesar de que se inició con un meritorio empate ante el Santutxu en Mallona (2-2). Luego se sucedieron tres igualadas más: un 0-0 ante el Vitoria, el mismo resultado en tierras guipuzcoanas ante el Pasaia y un 1-1 ante la Real Sociedad C para abrir el presente año.
Los reveses comenzaron con el empate a 1 ante el Somorrostro en un mes de noviembre que fue muy áspero
A raíz de esta racha de empates, la situación se ha agudizado con tres derrotas consecutivas. El Deusto cayó en casa frente al Beasain por 1-3, el Basconia le endosó un 3-0 en Artunduaga y este pasado fin de semana el Urduliz ha agravado los problemas con el triunfo a domicilio por 0-2.
Balmaseda y Sestao River
Vista la situación, no hay muchos motivos para el optimismo, entre otras cosas porque en la próxima jornada tiene cita en La Baluga ante el Balmaseda y en la siguiente el Sestao River tienen cita con los tomateros.
Los próximos compromisos ante Balmaseda y Sestao River aumentan la preocupación
Con un sistema defensivo que no puede evitar las vías de agua -38 goles encajados, uno más que el Ariznabarra, que es el farolillo rojo-, el Deusto tiene que hacer una segunda vuelta de fábula para enmendar la plana. “Que nadie agache la cabeza”, demanda Gorka Bidaurrazaga, que admite que “el calendario no lo queremos ni mirar” y se agarra al manido “mientras hay vida hay esperanza”.
Lamenta además que se han hecho grandes esfuerzos para reclutar gente pero no ha sido posible traerla. Y es que la plantilla es corta y el míster tomatero tiene a Andikoetxea con una pubalgia que no le deja jugar al cien por cien. Además, hace unas fechas se quedaron sin Guibert, por una grave lesión de cruzado.
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