Al Portugalete también se le amarga la fiesta

A pesar de que el arranque del partido invitó a una cierta dosis de optimismo con el gol de Galder, lo cierto es que el discurrir del encuentro fue desfigurando a un Portu muy escaso de creación y cada vez más enmarañado en faltas, disputas y pillerías catalanas. El delantero jarrillero había marcado un gol exponente de su juego y de los locales. Un balón servido de cabeza por Celihueta lo aprovechó el punta para adentrarse en el área y soltar un disparo cruzado que batió al meta catalán. Era un merecido premio para la insistencia física, que no juego, de los vizcaínos, prestos al robo de balón gracias a una generosa descarga física que a la larga les pasaría factura.

A partir de ahí el discurso jarrilero se fue diluyendo y aunque los catalanes apenas daban señales de vida, se fueron encontrando más a gusto, pero sin pegada. Un remate de Yaser a la salida de un córner puso en cierto peligro la portería de El Prat. Hubo poco bagaje ofensivo del Portugalete,que tuvo en algunos chispazos de Arbeloa y de Galder ciertos momentos de peligro.

Golpe mortal

Pero como ha ocurrido en las anteriores citas de estos playoff, los locales carecieron de pegada y parecían abonados al empate, como si el destino estuviera escrito. Algo de fatalidad hubo en la primera jugada de cierto riesgo de el Prat, que sirvió para que se alumbrara la igualada. Una falta sacada en largo desde la banda izquierda al otro flaco fue rematada por un delantero catalán. No parecía ir a puerta, pero se entrometió Txopi para introducirla en su propia meta en una jugada de muy mala fortuna. No habían pasado más que tres minutos de la reanudación.

A partir de ahí se agudizó la impotencia del Portugalete, que fue incapaz de dar cuatro pases seguidos para crear una ocasión. Por mucho que los envíos altos al área se repitieran, ni Galder ni Bonilla pudieron enganchar nada.

¡La tuvieron al final!

En cambio el Prat estuvo a punto de sentenciar en el minuto 89 con un disparo de Raillo que evitó Moya y el posterior rechazo lo desaprovechó un compañero.

Como no cabía otra que ir a la heroica, con Mediavilla al remate, en el último segundo Axel estuvo a punto de marcar, pero su disparo se fue fuera por muy poco tras un barullo. Era el destino.