Alberto de Mónaco se enfrenta a una nueva demanda de paternidad


Alberto de Mónaco es padre de cuatro hijos, aunque solo dos aparecen en la fotos oficiales y en la línea de sucesión del Principado. El príncipe se casó 2011 con la nadadora Charlène Wittstock, con quien ha tenido gemelos, nacidos el 10 de diciembre de 2014, Gabriella y Jacques. Pero antes Alberto ya era padre de dos hijos, Jazmin Grace y Alexandre, que viven a la sombra de la familia principesca de Mónaco.

Jazmin Grace Grimaldi, de 28 años, es el fruto de la relación entre el príncipe y la estadounidense Tamara Rotolo con la que tuvo una aventura en 1991. “La vi, vino a verme al palacio, todo está bien”, dijo Alberto II sobre su hija en una entrevista con Paris Match en 2007, un año después de reconocerla. De naturaleza discreta, Jazmin Grace concedió su primera entrevista en 2015 a la revista estadounidense Harper’s Bazaar, anunciando que estaba “lista para salir de las sombras”.

La joven siempre supo quién era su padre. Su madre viajó a Mónaco siendo apenas una veinteañera para superar una ruptura amorosa. Allí, tras un partido de tenis, el entonces heredero al trono monegasco se le acercó y mantuvieron un romance durante las dos semanas que ella estuvo de vacaciones. Nueve meses después nació en Palm Springs (California) Jazmin. Según Tamara, fue Alberto el que decidió que le pusiera Grace de segundo nombre en homenaje a la abuela de la niña, la actriz y princesa Grace Kelly. La joven ha estudiado Empresariales en la Universidad de Fordham, en Nueva York. Además de su carrera como artista, su intención es realizar un postgrado en Relaciones Internacionales y trabajar para el programa mundial de alimentos de la ONU.

Alexandre Grimaldi-Coste nació el 24 de agosto de 2003 de la relación del príncipe con la azafata togolesa de Air France Nicole Coste. Dos años después, la revista francesa Paris Match dio a conocer su existencia. Tras la revelación del semanario el abogado del príncipe tuvo que apresurarse a aclarar que la existencia del pequeño no tendría ninguna incidencia en el futuro de la dinastía, en aplicación de los principios constitucionales dado que, según la constitución monegasca, los hijos fuera del matrimonio no figuran en la línea sucesoria. La relación del príncipe y la azafata duró seis años, según ella desveló.

Las relaciones fueron tormentosas, como señaló la revista Le Point en 2014. Después de su segundo cumpleaños, el príncipe se vio obligado a reconocer al niño públicamente aún asegurando haberse convertido en padre después de “una trampa”. Coste acusó a Alberto de Mónaco de fallar en su deber pese a que admitió que él había estado presente en viajes y cumpleaños del niño. En opinión de la azafata, la llegada de Charlene y sus celos han impedido una relación más regular. Sin embargo, Alexander fue en agosto uno de los invitados a la boda de su primo Louis Ducruet, hijo de Estefanía de Mónaco, con Marie Chevallier. Incluso posó junto a Jazmin Grace Grimaldi y su novio Ian Mellencamp.


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