El pasado fin de semana en Portimao, Àlex Márquez sorprendió a los periodistas al asegurar que en Honda habían iniciado dos vías de trabajo, una con los hermanos Márquez y otra con Pol Espargaró y Nakagami. Pero este jueves en el Media Day del GP de España ha corregido la versión y ha asegurado que “creo que se me malinterpretaron las palabras, no estamos trabajando en dos direcciones, sino que todos estamos trabajando en la misma y las evoluciones que van a venir son para todos, no solo para algún piloto. Y es ahí donde todos vamos a mejorar el problema con el tren delantero”, rectificó el piloto del LCR Honda.
“Lo que sí dije es que, quizá por estilos de pilotaje, yo y Marc sufrimos un poco más o se nos acentúa un poco más el problema, pero si vienen mejoras en la parte delantera y conseguimos que la moto gire mejor y tengamos más buenas sensaciones, Nakagami y Pol van a dar un paso adelante también importante y extraer más del punto fuerte de esta moto, comparada con la del año pasado, que es el agarre trasero”.
El problema principal lo explica así Alex: “Para mi el agarre trasero no es un problema, para mí sigue siendo igual, está claro que a veces tenemos problemas de agarre, pero no viene de ese punto, es porque no estamos preparados para poder extraer el máximo grip, porque no estamos posicionados encima de la moto en la curva para levantar la moto y utilizar la máxima potencia”.
“Es ahí donde estamos intentando analizar las cosas, pero sí que por datos parece que la entrada en curva, que es donde sufrimos, y en el giro, que es lo que nos falta, hace que no estemos preparados para poder levantar la moto y meter la potencia. Sufrimos porque vamos muy inclinados y no podemos hacer las líneas que normalmente aprovechas con una MotoGP”, ha explicado.