En 1998, Alex Rodriguez (Nueva York, 1975) era una promesa del béisbol que a sus 23 años ya tenía claros sus sueños. Había logrado recuperarse de una temporada mediocre con los Seattle Mariners y empleaba su rabia para abrirse paso, a golpe de bate, entre los grandes de la historia de este deporte. Solo tres jugadores han logrado más home runs que él en el último siglo.
Con un futuro brillante aún por construir, el joven deportista no dudó ni un segundo en contestar lleno de confianza a la pregunta personal de un periodista. ¿Cuál sería la cita soñada para Alex Rodriguez? “Jennifer Lopez. Ojalá puedas conseguirme una cita con ella”, contestó él ante la cámara, divertido y autosuficiente.
Algo más de dos décadas después, el estadounidense de ascendencia dominicana no ha dejado pasar la oportunidad de recordar que otro más de sus objetivos se ha convertido en realidad. A través de su cuenta de Instagram, el hombre que va camino de convertirse en el cuarto marido de la actriz y cantante compartía el vídeo a principios de junio con un comentario igual de socarrón: “Tenía un presentimiento”.
Hasta que anunciaron su noviazgo, a principios de marzo de 2017, Rodriguez era poco conocido entre el público español. Pero el deportista es mucho más que la pareja de Jennifer Lopez. Tras triunfar en el deporte, logró dar el salto al mundo de los negocios y la televisión con un éxito poco usual entre sus compañeros de profesión.
Durante su carrera deportiva, se convirtió en el Cristiano Ronaldo del béisbol. Y no solo por ser el mejor pagado de su liga. Pasó por los grandes equipos, como los Yankees de Nueva York y los Rangers de Texas, y se hizo tan popular que logró un cariñoso mote deportivo: A-Rod. Pero su talento venía acompañado de un ego que también copaba los titulares de los medios especializados. Su temperamento en el campo de juego llenó de críticas su carrera.
Tampoco ayudó a mejorar su imagen pública el retrato en el que besaba de forma sensual su propia imagen en un espejo durante una sesión de fotos para la revista masculina Details, en 2009. La fotografía le ha perseguido desde entonces. Incluso el presentador Jimmy Fallon parodió el momento tiempo después en su programa nocturno, cuando entrevistó en él a Rodríguez. Al cuestionar a su invitado sobre qué le aconsejaría a su yo de 20 años, el deportista respondió: “Disfruta, no te olvides de pasarlo bien y, si alguna vez tienes que hacer una sesión de fotos, no te pongas a besar espejos”.
A pesar de las polémicas, las cifras confirman una brillante trayectoria que no terminó precisamente en lo más alto. En 2014, reconoció haberse dopado tras su fichaje con los Yankees de Nueva York en una reunión con la Agencia para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, en sus siglas en inglés). Lo hizo bajo juramento, a cambio de inmunidad y en presencia de su abogado ante agentes federales. El objetivo principal de la investigación era el falso médico Anthony Bosch, el hombre que supuestamente le suministraba las drogas a él y a otros jugadores.
El escándalo y las lesiones hicieron que participara en su último partido profesional antes de lo esperado, en agosto de 2016, cuando todavía tenía contrato vigente. Desde entonces, se ha dedicado a construir una fructífera carrera televisiva como comentarista deportivo para Fox y ESPN y ha participado en varios reality shows. Entre ellos, el concurso de emprendedores Shark Tank (Negociando con tiburones).
Además de sus ingresos televisivos y publicitarios (es embajador de Ralph Lauren) y sus jugosos contratos como jugador, algunos superaron los 300 millones de euros, Rodriguez ha amasado una fortuna invirtiendo en ladrillo y en una cadena de gimnasios. Aconsejado por su amigo y mentor Warren Buffett, ha construido un imperio con su compañía A-ROD Corp.
La revista Architectural Digest mostraba en 2016 la impresionante colección de arte en la que ha invertido parte del dinero ganado. En las paredes de su mansión de Florida colgaban varios Basquiat, uno de ellos, en la cocina, además de obras de Andy Warhol y Keith Haring.
Tras prometerse con Jennifer Lopez a principios de 2019, parece que Alex Rodriguez ha alcanzado todos sus sueños.
Kate Hudson, Cameron Diaz Madonna y Demi Moore
Alex Rodríguez estuvo casado entre 2002 y 2008 con la psicóloga Cynthia Scurtis, madre de sus dos hijas, Natasha y Ella. El divorcio llegó tras saberse que él le había sido infiel con una bailarina de Las Vegas y publicarse otras relaciones extramatrimoniales. En los años sucesivos, el exjugador de béisbol salió con las actrices Kate Hudson y Cameron Diaz y se le relacionó con Madonna y Demi Moore. Ahora forma una cordial familia patchwork con Lopez, que aporta a la relación los gemelos Emme y Max que tuvo con Marc Anthony en 2008.
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