Algunas cosas no cambian en el Athletic


Una de las primeras dudas existentes en el entorno del Athletic antes del arranque de la Liga era quién iba a ser el portero titular para Gaizka Garitano. El técnico deriotarra apostó ante el Barça, el día del estreno, por Unai Simón para ejercer bajo palos relegando a Iago Herrerín a la suplencia. El equipo bilbaíno terminó la jornada quinta como líder con su joven guardameta como Zamora del campeonato (un gol recibido en cinco encuentros).



La sorpresa, sin embargo, saltó el miércoles en Butarque. Cambio bajo palos. Herrerín por Unai Simón. Decisión técnica.

El debate sobre la portería instalado nuevamente en los corrillos rojiblancos. Más madera. Lo de la meta del Athletic y los cambios viene de lejos.

Todo arrancó con Valverde en el banquillo. El actual míster del Barça sorprendió a propios y extraños en el arranque de la temporada 2016-17 al llevar a cabo un hasta entonces inusual turno de rotaciones bajo palos. Iraizoz y Kepa, de esta manera, alternaron bajo palos en Liga con una periodicidad aproximada de un mes y Herrerín fue el elegido para los choques de Europa, pero una vez apeado el equipo salió cedido con destino al Leganés.

El carrusel de cambios y situaciones anómalas en la portería del Athletic había dado comienzo. Kepa, titular tras la marcha de Iraizoz, acabó yéndose al Chelsea previo pago de los 80 millones de una cláusula que meses antes, cuando cerca estuvo de fichar por el Madrid, ascendía tan solo a 20 millones. Herrerín, que poco antes quería haber cambiado de aires en busca de minutos, acabó haciéndose con el puesto con Remiro cedido primero al Levante y después el Huesca.

Este último, actualmente enrolado en la Real, se negó a renovar como león meses más tarde y Unai Simón, cedido al Elche días antes, tuvo que regresar por vía de urgencia a Bilbao para ejercer bajo palos con Berizzo. El argentino tiró luego de Herrerín; pero Garitano, en su llegada al banquillo para sustituir al argentino, continuó con el bilbaíno como titular hasta que en el inicio de esta Liga optó por el relevo.

Sorpresa, sorpresa

Todo parecía estar tranquilo hasta que llegó la sorpresa en Butarque. El cambio en el marco bilbaíno solo vino a avivar un fuego que parecía sofocado. Vuelta al ruedo.

El gol del Leganés, para colmo de males, sirve para tensar aun más la cuerda. Óscar tiró una falta directa de manera impecable y Herrerín no tuvo tiempo ni de reaccionar. Mucho más mérito del lanzador, pese a lo que pueda parecer a priori, que demérito del cancerbero bilbaíno.

El cambio de portero en Butarque no acaba de entenderse. También es cierto que tampoco había razones de peso para haber dejado a Herrerín en el banquillo desde el día del Barça. La temporada pasada, cuando el Athletic estaba en apuros, el portero bilbaíno dio seguridad y confianza al equipo. ¿O no?


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