AMLO se equivoca al creer que protestas feministas son en su contra: Dresser

Por su parte, el historiador Lorenzo Meyer calificó como irrelevante que el Partido Acción Nacional se sume o no a esta iniciativa, ya que la derecha nunca ha sido feminista.

La politóloga Denise Dresser señaló que el presidente Andrés Manuel López Obrador se equivoca al creer que las protestas del 8 y 9 de marzo son “una conspiración en su contra”, pues el verdadero motivo es la violencia que han sufrido las mujeres no sólo durante esta administración sino desde antes.

En Mesa Política para Aristegui En Vivo, aclaró que la lucha contra el feminicidio y las múltiples maneras en las que se maltrata a las mujeres en México no tiene como fin atacar a los hombres o a este gobierno en particular.

No es una lucha contra la Cuarta Transformación o el presidente. Es una guerra que nos atañe a todos porque se libra para vencer problemas que trascienden incluso el género: la impunidad, la desigualdad, la prepotencia, la indiferencia, las conductas que no deberían caber en una sociedad y en un gobierno que se dice progresista”.

Añadió que la Cuarta Transformación no será una realidad sino se asume la gravedad de las penurias por las que está pasando la mitad de la población. “Si la misoginia y el machismo se siguen expresando en las casas, en las oficinas, en las fábricas, en los medios de comunicación y en las redes sociales”.

Dresser expresó que las mujeres convocan a marchar el 8 de marzo y a parar el día siguiente (#UnDíaSinNosotras) “porque han pasado demasiados años de ceguera y sordera de parte de policías, ministerios, públicos, procuradores, jueces y su propias parejas“.

No es este gobierno, es el Estado mismo, desde hace muchos años, que revictimiza a las víctimas o a sus familiares cuando no los escucha, no les responde, no actúa cuando tendría que hacerlo, veloz y eficazmente”.

En este contexto, la politóloga dio a conocer que el 8 de marzo se vestirá de morado, con una pañoleta verde al cuello, y marchará con sus alumnas, amigas, colegas y miles de mujeres más.

Y no lo haré, tú tampoco lo harás, porque haya una mano negra que nos mueve o un partido de derecha que nos manipule o una consigna que nos motive a ‘golpear’ al gobierno o sabotear a la Cuarta Transformación. Yo estaré ahí porque a las mujeres de mi país las están matando, violentando, violando, humillando e ignorando“.

Asimismo, la académica afirmó que “ojalá el 9 de marzo México amanezca con hospitales sin doctoras, universidades sin profesoras, aviones sin pilotos, laboratorios sin científicas, maquiladoras sin trabajadoras, compañías sin empleadas, hogares sin amas de casa, trastes sin quien los lave. Creo que es posible otro México que no condene a las mujeres a la exclusión, al feminicidio o al maltrato“.

En su intervención, el historiador Lorenzo Meyer consideró que es una buena idea que en el siglo XXI exista esta posibilidad simbólica de parar un día.

Por otra parte, calificó como irrelevante que el Partido Acción Nacional se sume o no a esta iniciativa, ya que la derecha nunca ha sido feminista.

“Hay que valorar el tema en sí mismo. Hay razones para una acción simbólica y ojalá vaya más allá de las clases medias, de las universidades y llegue hasta abajo. La clase media y la clase alta son una cosa, no son el México mayoritario, el México mayoritario está hasta abajo, ahí sería fantástico que tuviera una repercusión realmente masiva“, indicó.

El académico Sergio Aguayo dijo que como ciudadano apoyará esta iniciativa.

“Me parece que es legítima, que es necesaria, que es una sacudida que el país necesita“.

Como analista, observó dos lecturas radicalmente diferentes sobre el sujeto del cambio: por un lado la del presidente Andrés Manuel López Obrador y algunos de sus seguidores, quienes sostienen que los principales actores son el partido y el líder carismático y, por otro, la de la sociedad civil organizada, que ante la falta de respuesta a sus demandas, se convierte en una parte importante de la historia.

Desde su punto de vista, este “no es un movimiento cualquiera”, ya que es apoyado por diversas universidades, incluso, por mujeres que forman parte de la Cuarta Transformación, entre las que destacan la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

“Se acerca más, por la capacidad de convocatoria que está teniendo, al movimiento del 68 y a algunas de otras etapas de nuestra historia que no pueden ser descalificadas a la ligera”, abundó.

En opinión del analista político, las grandes transformaciones de la agenda del cambio en México han sido resultado más de la sociedad civil organizada que de los liderazgos carismáticos como el de López Obrador o de los partidos políticos.




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