Si durante años el ideal de belleza ha estado marcado por un canon muy concreto, parece que poco a poco se va resquebrajando para dar entrada a nuevas realidades. Cada vez son más las mujeres que no temen alzar la voz para hablar del sometimiento que han vivido durante años a causa de las imposiciones, y la última de ellas ha sido la actriz y humorista Ana Morgade. Su hartazgo ha llegado hasta tal punto que ha decidido presentarse en la última alfombra roja a la que ha acudido con un portatrajes como vestido.
Morgade asistió a la Semana de Cine de Valladolid, la Seminci, para presentar la gala de arranque de la misma junto a la también actriz Eva Marciel. Y, aunque después sobre el escenario vistió un esmoquin negro de lentejuelas, para pasear por la alfombra roja se puso un portatrajes, es decir, la funda en la que se colocan las prendas para llevarlas de un sitio a otro. La inauguración de la Seminci tuvo lugar el sábado por la noche, pero su vestido pasó desapercibido hasta el domingo, cuando ella misma explicó en sus redes sociales lo que llevó puesto y por qué.
“My alfombra verde today. Sí, es un portatrajes”, arrancaba a escribir en su perfil de Instagram, donde tiene más de 610.000 seguidores. “Durante días sufrí pensando qué llevar a la alfombra de Seminci, porque siempre me sucede lo mismo: en los showrooms casi nunca puedo ponerme lo que me gusta, tengo que ponerme lo que me abrocha. No tengo un cuerpo de talla estándar, por supuesto no soy modelo, y no me es nada fácil encontrar un vestido que no me haga sentir terriblemente mal hecha”, relataba en un alegato sincero sobre las dificultades de dar con algo que le guste.
Su penar a la hora de encontrar ropa la hizo tener ciertas inseguridades, como explica la propia Morgade. “Durante muchos años he salido a posar con ropa que no me encajaba muy bien, aterrada, pensando que es mi cuerpo el equivocado. Pero no, era mi actitud la errónea. Mi cuerpo es perfecto para lo que soy y a lo que me dedico: la comedia. No puedo cambiar qué se considera un cuerpo aceptable o no, y mucho menos cambiar mi autoestima de un día para otro, y mi relación más o menos despiadada con mi cuerpo (que acaba de hacer la proeza de fabricar a una personita, así que creo que se merece que lo mime un poco)”, explicaba, haciendo referencia a que a mediados del pasado mes de marzo dio a luz a su primer hijo.
Por eso, explica que “dándole vueltas de madrugada, rumiando qué lucir”, fue cuando se le ocurrió la idea. “Esta vez, pensé: si es que me queda mejor la bolsa que el traje… Y voilà”. Aunque en un primer momento hubo quien pensó que lo que se había puesto era una imitación de una bolsa para llevar prendas, el entorno de la actriz explica que efectivamente era un portatrajes al que Morgade le hizo un agujero por el que meter la cabeza y al que dejó el asa colgando por abajo.
“Aquí me tienen, señoras”, remataba. “Orgullosa y feliz, con un traje que no me aprieta, no me tira, no me asusta, y representa lo que soy, mejor o peor: una comediante. ¿Y saben qué? Es la primera vez que no me apetece ponerle filtros a la foto”.