Se juntan dos pasiones para los donostiarras en apenas unas horas: la Real juega mañana a las dos ante el Betis en Sevilla y a las doce de la noche comienzan las 24 horas más emocionantes del año, las del Día de San Sebastián. Y hay futbolistas como Luca
Sangalli, Joseba
Zaldua o Ander
Barrenetxea que tienen la doble condición de realistas y easonenses, por lo que se les presentan unas jornadas intensas y de emoción. ‘Barrene’ ha querido celebrar el gran día con los lectores de Mundo Deportivo.
Ander quiere marcha en minúscula y en mayúscula. Tras su extraordinario partido de Copa ante el Ceuta, en el que anotó un gol, rubricó una genial asistencia a Januzaj y firmó un completísimo partido, y su concurso con la selección española Sub-19 contra Italia, quiere más competición. Tiene hambre de diablura, regate, de último pase, de disparos.
“Intenté responder a la confianza que me había dado Imanol para ese partido y estoy muy contento por cómo se dio, por el resultado y por hacer las cosas que hice individualmente”, indica a MD el jovencísimo donostiarra de 18 años. Dio el 0-2 y anotó el 0-4 tras un robo de balón: “Meter un gol te levanta el ánimo siempre y mucho más después de no jugar y las situaciones que estoy viviendo”.
‘Barrene’ no ha sido titular en Liga en toda la campaña y ha disputado sólo 40 minutos de 1.710, un ridículo 2% del total. Pero no sucumbe al desaliento: “Todos los minutos cuentan y estoy en una buena dinámica y lo que quiero es seguir”. Su primera oportunidad es mañana contra el Betis, pero ni siquiera está claro que vaya a entrar hoy en la convocatoria.
Marcha tuvo hace una semana en Ceuta, partido en el que acabó con unas ampollas de caballo, víctima de unos tacos y unas botas a los que no está acostumbrado: “Me hicieron un poco de daño y al final llegué a trompicones”, señala.
Le va la Marcha, claro
La otra Marcha, la de San Sebastián, también le va. Manifiesta que “no toco la Tamborrada desde hace cinco años, pero la vivo con la misma ilusión”. Como todo donostiarra, siente que algo se le agita dentro cuando escucha la Marcha y ve a la gente disfrutar: “Es el día de tu ciudad y todos los donostiarras lo vivimos con la misma emoción”, dice.
Aunque no sale en ninguna compañía, disfrutará del 20 de enero, día del santo patrón, de otra manera: “El lunes tendremos un entrenamiento bastante fuerte después del partido, así que descansaré un rato y a las seis de la tarde toca Ekintza, que es mi cole, e iré a verles, porque están mis amigos”, anuncia.
Da por sentado que no hará recuperación como los titulares de mañana, aunque puede ser de los convocados en un partido vital en la lucha por Europa. Para Ander, el Betis “es un equipo que plantea un buen fútbol y que juega parecido a nosotros: sale desde atrás, presiona arriba y siempre quiere ganar”. El verdiblanco que más le gusta es Fekir, a su juicio “un jugador de nivel mundial, un jugadorazo”, por lo que su sanción representa un alivio. No obstante, el canterano apuesta por la Real porque “fuera de casa, estamos a un nivel muy alto”.
Barrenetxea reparte sonrisas y transmite buen rollo a pesar de su sistemática suplencia. Tiene asumido que “es una temporada de aprendizaje para mí, de hacerme a esta nueva categoría y de aprovechar al máximo todos los minutos que me dé Imanol”. De momento, lo está haciendo. Beti alai Ander.
Como escolar en Donostia, fue un asiduo de la Tamborrada infantil: “Toqué cinco años con Ekintza. Al principio estaba muy bien porque tocaba con mis amigos, pero se me hacía bastante largo”, reconoce. Por todo ello, “recuerdo que al final del recorrido nos daban chuches y eso era lo que más me gustaba”. Admite que “no sabía tocar muy bien, era un crío, pero trataba de seguir el ritmo”; pero aclara: “Me hacía ilusión comprobar que mis primos y mis padres habían venido a verme”.
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