Anoeta aguarda expectante a Odegaard


La Real prepara desde mañana, de forma exprés, el partido contra el Leganés ya que apenas tiene 48 horas para hacerlo. El foco estará puesto en el estado físico de Martin
Odegaard que, debido a una contusión en el calcáneo, se perdió el partido del domingo en Granada y podría faltar, el viernes, por primera vez en un encuentro en casa. Los servicios médicos del club txuri urdin son más partidarios de que el noruego no juegue frente al equipo que dirige desde el lunes Javier Aguirre para, con el parón de selecciones por delante, recuperarse bien para jugar ante el Real Madrid. Ajena a esa prudencia médica, la federación noruega ha reclamado a su futbolista, de tal manera que no se puede descartar tajantemente el concurso del futbolista cedido por el Real Madrid ante el colista.



Anoeta aguarda expectante la evolución médica de Odegaard en las próximas horas ya que hablamos del futbolista más diferencial en lo que va de temporada. El joven talento nórdico suma dos goles y tres asistencias y tuvo protagonismo directo en las dos primeras victorias de la campaña en casa. Contra el Atlético de Madrid, aunque con la ayuda de la defensa, marcó el gol que abrió el marcador y ejecutó la falta que derivaría en el segundo tanto, el de Monreal.

Si decisiva fue su aportación en el estreno liguero más importante, si cabe, fue su contribución contra el Alavés. No porque marcara más goles o diera más asistencias en un partido que, finalmente, se ganó de forma holgada, sino porque puso sobre el tapete lo más complicado ante rivales que, a priori, plantean partidos cerrados: un pase de gol absolutamente genial que sirvió a Mikel
Oyarzabal para abrir la lata. El envío filtrado, tras previo caño a Tomás
Pina, que superó varias líneas fue de lo mejor que se ha visto esta temporada.

Es, precisamente esa virtud, la clarividencia para poder romper líneas y desequilibrar a un equipo que, en la angustiosa situación en la que llega el colista, puede plantear un repliegue muy intenso, la que más puede echar de menos la Real en caso de que no juegue el ‘21’ txuri urdin. Odegaard, en cualquier caso, tiene dos entrenamientos por delante para probar, como ya hiciera el sábado antes de viajar a Granada, y decidir finalmente si merece la pena jugar o no.

E

l Bernabéu en el horizonte

Si algo ha demostrado Odegaard en estos casi cuatro meses entre nosotros es un compromiso y un sacrificio total. Por tanto, no hay motivo alguno para dudar de que si existe una mínima opción que juegue pasado mañana, lo hará. Pero tampoco se puede perder de vista que el siguiente partido liguero de la Real (23 de noviembre) será en el Bernabéu. Una cita clave para el noruego, ante el equipo dueño de sus derechos, a la que seguro que quiere llegar en perfecto estado de revista para poder brillar en Madrid.


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