Aunque viéndolo desde fuera, usar colorete en nuestras mejillas puede parecer sencillo (pues parece que solo es cuestión de pasar la brocha o la barra ligeramente por nuestros pómulos y quizás difuminar un poco el color), es más habitual de lo que parece cometer errores. Así que te mostramos cómo debes aplicar el colorete correctamente con estos tips.
En su aplicación y que estos afecten negativamente a la forma que nuestro rostro adquiere al terminar de maquillarnos, pues si lo aplicamos rebasando la zona adecuada puede acentuar nuestras ojeras o incluso hacer que nuestra cara parezca más redonda ¡así que es más importante de lo que parece controlar bien la técnica del colorete!
Adapta la aplicación del colorete a la forma de tu rostro
Además de tener en cuenta que deberías intentar maquillarte con una luz lo más natural posible, que el colorete es lo último que se aplica y que no es recomendable marcar demasiado la sien con el producto (cosa que muchas mujeres hacen y que es un error), debes saber la importancia que tiene aplicar el blush en función de la forma de tu cara.
Pues mientras que para los rostros redondos lo más recomendable es buscar el contraste para poder aportarle un punto más anguloso (para lo que se debe aplicaremos el colorete en diagonal creciente y desde la mejilla hasta la oreja), para los rostros cuadrados lo ideal es aplicar el blush a toquecitos sobre las «manzanas» de las mejillas para dulcificar los rasgos.
Por otro lado, en caras más alargadas lo mejor es aplicar el colorete en horizontal para compensar las líneas rectas del rostro, llevando el color desde la mejilla hacia atrás; y en rostros ovalados, lo mejor será trazar con el producto una diagonal (similar a la del rostro redondo) pero evitando acentuar demasiado la inclinación. ¿Has estado haciéndolo bien durante todo este tiempo o necesitas practicar?
¡Emplea los trucos más profesionales!
La técnica que utilizan las maquilladoras para unos resultados perfectos es sencilla, lo mejor es empezar aplicando un poco de iluminador en la parte alta del pómulo, para luego mezclar un par de tonos hasta conseguir la mezcla que más te favorezca -que deberás aplicar en el centro de tus mejillas-, y podrás terminar así con un color más oscuro para realzar tus pómulos; y recuerda ¡todo ello con movimientos circulares!
Si para terminar, te interesan unos consejos extra, recuerda que puedes fijar el colorete con polvos translúcidos -que también te ayudarán a suavizar el efecto y a corregir el exceso de producto-, y que otra manera de corregir ese exceso es ejercer un poco de presión sobre la zona con una borla de maquillaje ¡y nunca con una brocha!
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