El 6 de enero de 2015 Balaídos asistía a una nueva muestra de poderío del Athletic con motivo del encuentro de ida de los octavos de final de la Copa del Rey. Como de costumbre, Aritz Aduriz ofreció un par de regalos a la muchachada rojiblanca con un par de dianas a los célticos, que estaban dirigidos por Eduardo Berizzo. A la incontestable calidad de los gallegos en el manejo del balón se le sumó la habitual falta de contundencia en la parcela defensiva ante un equipo bilbaíno que percutía con frecuencia cualquier defensa.
Nada más empezar la contienda, San José abrió el marcador con un disparo dentro del área tras el saque de una falta -la mano de Etxeita tocó ante el balón-. A los 11 minutos Alex López fusiló también dentro del área a Herrerín, pero les duró poco la alegría a los gallegos, ya que Aduriz sacó brillo de una jugada de estrategia en una falta, con apoyo en Etxeita, para anotar de cabeza dentro del área pequeña. Solo habían pasado 5 minutos.
La puntilla, de penlati
En el 54 igualó Charles tras una jugada desgraciada de Balenziaga, en el 61 Susaeta puso el 2-3 con un disparo ceñido al palo derecho de Rubén Blanco, y la puntilla la puso Aduriz en el 87 tras el lanzamiento de una pena máxima.
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