Aragón impone una cuota a las futbolistas



La temporada de fútbol más larga y extraña de la historia acaba este domingo en Anoeta. A puerta cerrada por la pandemia y más de un año después de que el Wolfsburgo y el Olympique de Lyon jugasen su primer partido oficial de la campaña, ambos equipos bajan el telón al calendario con su enfrentamiento en San Sebastián en la final de la Champions (20.00, Gol TV), la más repetida desde que en 2001 echó a andar la Copa Femenina de la UEFA. Transformada en 2009 en la Liga de Campeones, con un formato parecido al de la edición masculina, la competición ha estado dominada desde entonces por estos dos clubes, pero sobre todo por el Lyon, que suma seis orejonas –cuatro consecutivas– y dos subcampeonatos. El conjunto alemán, apeado por el Olympique del mayor torneo continental en las últimas cuatro campañas, busca su tercer entorchado tras ganar en 2013 y 2014 y quedarse a las puertas en 2016 y 2018.En el encuentro, tanto el Lyon como el Wolfsburgo, que se enfrentan por cuarta vez en la final de la Champions, tienen en el horizonte alzar el triplete tras conquistar la liga y la copa en sus respectivos países. Lo harán con una novedad con respecto al resto de la competición: la UEFA ha rectificado y ha instalado el VAR por primera vez en la Liga de Campeones femenina después de las protestas de varios clubes para equiparar el torneo al masculino, donde el sistema de videoarbitraje se usa desde febrero de 2019. El VAR que asistirá a la colegiada suiza Esther Staubli estará dirigido por dos árbitros españoles, Jose María Sánchez Martínez, el principal, y Ricardo De Burgos Bengoetxea como asistente.La decisión de la UEFA llega después de las quejas, sobre todo, del Barcelona y del PSG. El equipo blaugrana perdió en la semifinal ante el Wolfsburgo (1-0) tras fallar un carrusel de ocasiones y reclamar dos penaltis. En rueda de prensa, el técnico catalán, Lluís Cortès, fue claro: “No me gusta hablar de las árbitras, pero si queremos que crezca el fútbol femenino tiene que ser en todos los sentidos y en todos los estamentos. No creo que utilizar el VAR en un estadio en el que se usa todas las semanas sea muy complicado, y no sé si por ahorrarse un dinero en la UEFA hemos jugado sin VAR. Creo que con él el resultado hubiera sido diferente”. También el preparador parisino, Olivier Echounafi, cargó contra el arbitraje tras caer ante el Olympique (0-1): “Se ha jugado con agresividad, con competitividad, pero no creo que en una semifinal de Champions sea normal que se vean dos tarjetas rojas. Ha sido extraño”.Con el VAR de estreno en la Liga de Campeones –se utilizó en el Mundial de Francia 2019–, el Lyon, que sufre la baja de su mejor jugadora, Ada Hegerberg, y de su sustituta, la delantera Nikita Parris, expulsada en la semifinal, tiene ante sí una oportunidad histórica: si derrota al Wolfsburgo de la goleadora Pernille Harder igualará el récord de los récords de la Champions, los cinco títulos consecutivos que entre 1956 y 1960 ganó el Real Madrid de Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskas y Paco Gento, y tres de sus jugadoras –la portera Sarah Bouhaddi, la central Wendie Renard y la delantera Eugénie Le Sommer– sumarán su séptima orejona, una nueva marca individual al dejar atrás las seis de Gento.


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