La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ganó un segundo mandato el sábado en una victoria aplastante de proporciones históricas.
Con la mayoría de los votos contados, el Partido Laborista liberal de Ardern estaba ganando el 49% de los votos en comparación con el 27% de su principal rival, el conservador Partido Nacional.
Los laboristas estaban en camino de ganar una mayoría absoluta de los escaños en el Parlamento, algo que no ha sucedido desde que Nueva Zelanda implementó un sistema de votación proporcional hace 24 años. Normalmente, los partidos deben formar alianzas para gobernar, pero esta vez Ardern y Labor pueden hacerlo solos.
En un discurso de victoria frente a cientos de seguidores en Auckland, Ardern dijo que su partido había recibido más apoyo de los neozelandeses que en cualquier momento en al menos 50 años.
“Esta no ha sido una elección ordinaria, y no es un momento ordinario”, dijo. “Ha estado lleno de incertidumbre y ansiedad, y nos propusimos ser un antídoto para eso”. Ardern prometió no dar por sentado a sus nuevos partidarios y gobernar para todos los neozelandeses.
“Vivimos en un mundo cada vez más polarizado, un lugar donde, cada vez más, la gente ha perdido la capacidad de ver el punto de vista de los demás”, dijo. “Creo que en estas elecciones, los neozelandeses han demostrado que esto no es lo que somos”. Un número récord de votantes emitieron sus votos anticipados en las dos semanas previas a las elecciones.
En la campaña electoral, Ardern fue recibida como una estrella de rock por personas que se apiñaban en los centros comerciales y salían a las calles para animarla y hacerse selfies con ella.
Su popularidad se disparó a principios de este año después de que lideró un esfuerzo exitoso para erradicar el coronavirus. Actualmente, no hay propagación comunitaria del virus en la nación de 5 millones y ya no se requiere que las personas usen máscaras o distancia social.