Aritz, káiser para rato


La Real comienza a estar volcada en concluir esta temporada en las mejores condiciones y en los entrenamientos que se reanudan ahora para intentar conservar la cuarta plaza en LaLiga y soñar con alzar el título de Copa ante el Athletic. Pero la planificación sigue en un camino paralelo, la construcción de la plantilla para unas próximas temporadas que en las oficinas de Anoeta se esfuerzan sean como la actual. Una de las primeras piedras que quieren poner, ilusionante, es la ampliación del contrato de Aritz
Elustondo, cuyo vínculo actual expira el 30 de junio de 2022, tras la renovación firmada hace dos años.



Según ha podido saber MD, la Real ya ha trasladado al futbolista su intención de prorrogar ese contrato por unas temporadas más y la primera reacción del futbolista ha sido de agrado. Todavía no han comenzado las negociaciones, pero hay una absoluta certeza en las dos partes en que al final se llegará a buen puerto y que la firma no se demorará en exceso. En la Real quieren conservar a un central que ofrece absoluta garantías y el canterano de 26 años sólo contempla continuar enrolado en el equipo de sus amores, en el que además sabe que tiene un papel relevante, tanto en el aspecto futbolístico como en el humano.

La Real considera a Aritz
Elustondo un pilar básico de su defensa y además un emblema dentro del vestuario, un capitán sin brazalete. Saben que tiene el carisma suficiente como para tirar del carro y le consideran vital asimismo, por su personalidad, en el acoplamiento de los nuevos, tanto de los fichajes como de los que suben del filial.

El rendimiento deportivo del beasaindarra ha quedado muy lastrado por las lesiones en las dos últimas temporadas. En la actual, comenzó sin poder jugar por una sanción y un problema muscular que no le dejó empezar hasta la jornada 4, el estreno en Anoeta ante el Atlético de Madrid. Entre octubre y noviembre tuvo que ausentarse en otra tacada de cuatro encuentros por una nueva lesión y cuando parecía retomar el pulso a la competición, sufrió una conmoción cerebral en el encuentro del pasado 30 de noviembre ante el Eibar, que le dejó K.O. para otra decena de partidos.

Ya en el último tramo de encuentros se volvió fundamental, conformando la pareja de centrales con Le
Normand, hasta que el coronavirus frenó su progresión y la del equipo. Firmó actuaciones notables e incluso firmó la asistencia, de cabeza, en el segundo de los tres goles al Valencia (3-0).

La Real necesita de su aportación y la del resto de centrales porque es la zona del equipo en la que se encuentra más mermada. Con Sagnan cedido en el Mirandés por sus escasas prestaciones, Aritz, le Normand y un Llorente que también ha tenido problemas musculares se tienen que valer para cubrir la parte central de la defensa, adonde ha acudido al rescate el centrocampista Igor Zubeldia en muchas ocasiones esta misma temporada.

Hasta la fecha, Aritz
Elustondo ha disputado 122 encuentros en la Real Sociedad, en los que ha anotado seis goles y ha dado cinco asistencias. Debutó, de la mano de David
Moyes, el 15 de enero de 2015, hace más de cinco años, en un encuentro que la Real perdió en casa ante el Rayo Vallecano (0-1). En su tercer partido en el primer equipo anotó su primer tanto, de cabeza a la salida de un córner nada menos que en el Bernabéu. El central de Beasain ya forma parte de la historia de la Real por ser el autor del primer gol en la historia del nuevo Anoeta, en 2018 contra el Barça, ante de la recién creada grada de animación.

Aritz
Elustondo, que en varias ocasiones ha sido tentado por el Athletic, siempre se ha declarado un acérrimo aficionado realista. Lo demuestran las imágenes en las que se le ve animando como un ‘realzale’ más en las gradas de Riazor el día de 2013 en el que los txuri urdin lograron la victoria que necesitaban para ser cuartos y clasificarse para la Champions. El defensa estaba en el filial entonces.

ASÍ VAN OTRAS NEGOCIACIONES

Merino: Viento en popa para su renovación

Las negociaciones para ampliar su contrato iban viento en popa, pintaban a pronto arreglo hasta que la pandemia lo resquebrajó todo. Merino tiene contrato hasta 2023 y una cláusula de rescisión de 45 millones que sería de 50 desde el año que viene. La intención es ampliar el vínculo en cerca de dos temporadas, elevarle la cláusula hasta que sea disuasoria para posibles interesados y colocarle en la primera escala salarial del plantel para adecuar la ficha a su actual estatus.

Le Normand: Un acuerdo hasta 2024 casi sellado

En cuanto se normalice la situación, la Real y Le
Normand oficializarán una prórroga de su contrato hasta 2024, porque existe prácticamente un acuerdo de renovación. El central bretón firmó el pasado verano hasta 2022, pero su impecable rendimiento en la presente campaña ha obligado a la Real a tratar de blindarle todavía más, a pesar de que su cláusula ya era de 50 millones de euros. Para el central, la Real es el mejor equipo posible para seguir progresando.

Llorente: La pandemia frena las negociaciones

Es otro futbolista al que le Real quiere prorrogar un contrato que finaliza en 2022. Los primeros compases de las negociaciones se interrumpieron por el advenimiento de la pandemia del COVID-19. Desde que fichó en 2017, se evolución ha sido notable y su habitual presencia en la selección provoca que tenga un cartel internacional que le hacen estar en el mercado. La Real contemplaría ofertas por él, pero prefiere tenerle bien atado por lo que pueda pasar.

Merquelanz: El irundarra no tiene prisa por firmar

Es una de las renovaciones más urgentes para el club, porque su contrato expira en 2021, pero no tanto para un futbolista que no vislumbra claro su porvenir en la Real. Con una oferta de renovación sobre la mesa, Merquelanz prefiere esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos y si se ve con opciones de tener minutos el próximo curso en una tesitura de competencia extrema en la Real. El Athletic está muy interesado en hacerse con sus servicios.


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