NUEVA YORK— Todavía persisten dudas sobre si en el Black Friday de este año regresarán los acostumbrados patrones de compras navideñas.
El mercado laboral de Estados Unidos se mantiene sólido, el gasto de los consumidores resiste y la inflación se está desacelerando. Pero los elevados precios de los alimentos, el alquiler, la gasolina y otros gastos domésticos han afectado las carteras de los compradores.
Como resultado, muchos son reacios a gastar a menos que haya una gran oferta y son más selectivos con lo que comprarán, en muchos casos, adquiriendo cosas más baratas. En años pasados, el Black Friday solía marcar el inicio de la temporada de más ventas del año en Estados Unidos.
Los compradores también están usando más sus ahorros, recurriendo cada vez más a los pagos diferidos y agotando sus tarjetas de crédito ahora que la Reserva Federal está subiendo las tasas para enfriar la economía.
CONSUMIDORES OPTAN POR MEJORES OFERTAS EN EL CYBER MONDAY
Tales dificultades financieras están orillando a los compradores a buscar gangas.
Isela Dalencia, quien estaba comprando artículos básicos para el hogar como detergente en un Walmart de Nueva Jersey a principios de esta semana, dijo que retrasará la compra de regalos navideños hasta el Cyber Monday, el lunes después del Día de Acción de Gracias, cuando hay una gran cantidad de ofertas por internet. Luego, volverá a esperar hasta la semana antes de Navidad para conseguir mejores ofertas, a diferencia del año pasado, cuando empezó a comprar antes del Black Friday.
“Estoy comprando menos”, dijo Dalencia, señalando que gastará unos 700 dólares en regalos navideños este año, un tercio menos que el año pasado.
Katie Leach, una trabajadora social en Manhattan, también estaba recorriendo los pasillos de Walmart y dijo que comenzará las compras navideñas en la primera semana de diciembre, como de costumbre. Esta vez, sin embargo, dependerá más de las ofertas y su tarjeta de crédito para darle prioridad a los gastos de la casa.
DRAMÁTICO CONTRASTE CON LAS VENTAS DE OTROS AÑOS
“El dinero no va a alcanzar como el año pasado”, dijo Leach.
Las tendencias de este año contrastan con las de 2021, cuando los consumidores compraron anticipadamente por temor a quedarse sin nada debido a los problemas en la cadena de suministro. Las tiendas no tenían que hacer muchos descuentos porque, de hecho, tenían dificultades para traer artículos.
Pero algunos hábitos que llegaron con la pandemia se mantienen. Muchos minoristas que cerraron sus tiendas el Día de Acción de Gracias y, en cambio, ofrecieron descuentos en sus sitios web para reducir las multitudes en las tiendas todavía, mantendrán este año esas estrategias.
Los principales minoristas, incluidos Walmart y Target, cerraron nuevamente sus tiendas el Día de Acción de Gracias, y muchas tiendas dejaron de ofrecer descuentos locos que tenían como objetivo atraer embestidas multitudinarias de clientes. En cambio, los artículos con descuento están disponibles durante todo el mes, el Black Friday o el fin de semana feriado.
La Federación Nacional de Minoristas prevé que el crecimiento de las ventas navideñas este año será de 6% a 8%, comparado con un 13.5% de hace un año. Sin embargo, estas cifras, que incluyen el gasto por internet, no están ajustadas a la inflación, por lo que el gasto real podría incluso ser menor que hace un año.
Adobe Analytics espera que las ventas online aumenten 2.5% del 1 de noviembre al 31 de diciembre, comparado con 8.6% del año pasado, cuando los compradores no estaban seguros de regresar a las tiendas físicas.
Los analistas consideran el fin de semana largo —del Thanksgiving al Cyber Monday— un barómetro clave de la disposición a gastar de los compradores, particularmente este año. El período de dos meses entre el Día de Acción de Gracias y Navidad representa un 20% de las ventas anuales de la industria minorista.
Si bien el Black Friday todavía está bien posicionado entre los consumidores estadounidenses, el día ha perdido estatura en la última década porque muchas tiendas abren desde un día antes, en el Día de Acción de Gracias, y las compras se trasladaron a Amazon y otros minoristas en línea. Además, las tiendas han diluido aún más el Black Friday porque las promociones durante todo el mes. Este año, las tiendas comenzaron las ventas antes que el año pasado para que los clientes distribuyeran sus compras.
Aunque la jornada impulsó la economía, los expertos piden cautela y ahorrar ante el incierto panorama.
Muchos compradores, como Lolita Cordero, de Brooklyn, Nueva York, no se esperaron al viernes.
“Compré antes, tratando de conseguir cosas en oferta, descuento o liquidación, y uso cupones”, dijo Cordero. “Nunca hice el Black Friday. Escuché que es un desastre y que la gente sale lastimada”.
Aún así, algunos expertos creen que el Black Friday volverá a ser el día de compras más activo de este año, según Sensormatic, que rastrea el tráfico de clientes. Los consumidores también han vuelto a comprar en tiendas físicas ahora que han disminuido las preocupaciones por el COVID-19. De hecho, más tiendas abrieron de las que cerraron en el país el año pasado por primera vez desde 2016, y esa brecha se está ampliando este año, según Coresight Research, una firma de investigación y asesoría para minoristas.
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