LeBron James vivía como un rey en su mansión de Los Ángeles, situada en Brentwood, que compró por 23 millones de dólares en 2018 antes de aterrizar en los Lakers. Dos años después, varios medios se han hecho eco de la posible compra de una nueva propiedad por parte de LeBron, una propiedad difícil de describir para la mayoría de mortales, y es que más que para un rey parece preparada para cobijar a un emperador.
La nueva mansión del jugador está situada en Hollywood Hills, un barrio privilegiado con unas vistas de escándalo a la metrópolis. El precio de su nueva adquisición es más del doble que su anterior residencia: 52 millones de dólares.
La cuenta de Instagram Mega Mansions posteó en las redes un tour virtual por la propiedad, con 1.400 metros cuadrados de terreno y un auténtico arsenal de comodidades: gimnasio, simulador de golf, billar, habitación para fumar puros, bodega y una área de bienestar personal con jacuzzi, sauna y piscina flotante.
En pocas palabras, la mansión es una auténtica burrada, igual que la fortuna que ha amasado LeBron durante su exitosa trayectoria profesional.
Aunque no es oficial, distintos medios estadounidenses han especulado con la compra de la propiedad por parte del jugador después de que este preguntara en un comentario, en la misma publicación de Instagram, por su precio. “¿Propiedad de alguien? ¿En venta? Lo pregunto para un amigo”, comentó James.
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