Así han recibido las restricciones los universitarios de Granada: “Va a ser más fácil pedir un cubata que sacar un libro de la biblioteca”


La Junta de Andalucía ha prohibido las clases presenciales de los 60.000 estudiantes de la Universidad de Granada, que serán a distancia las próximas dos semanas por la incidencia acumulada del coronavirus en la ciudad andaluza, de 501 contagios por cada 100.000 habitantes. La decisión llega tras las imágenes virales de estudiantes de fiesta en las calles sin mascarillas ni distancia de seguridad durante el puente de la Hispanidad. Las aulas se cierran y serán virtuales, pero la hostelería permanece abierta sin restricciones.

“Me entristece profundamente que se valoren más los bares que la formación universitaria. Dejan los bares abiertos y cierran las aulas, los seminarios y las bibliotecas. Nos sorprende ver cómo se valora una universidad del prestigio de la de Granada. Considera [la Junta] que es mejor que los estudiantes vayan a los bares y las cafeterías”, ha criticado con dureza la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda. La Junta ha subrayado que ha detectado 150 contagios en las residencias universitarias, ajenas al campus.

“Tendremos que acatar la decisión, pero me preocupan decisiones contra el rigor científico y las cifras de contagios (…) Desconozco el amparo legal del acuerdo, porque hay un principio de autonomía universitaria que se ha conculcado. Nadie se ha sentado conmigo para estudiar y analizar datos. No entiendo la decisión, dado que cumplimos todos los protocolos que nos han mandado (…) No tenemos brotes en nuestras facultades”, ha añadido Aranda.

La tasa de contagio es del 0,3% en la universidad granadina, donde se han registrado 236 casos positivos y 800 estudiantes permanecen aislados, así como 16 positivos y 50 trabajadores aislados, según fuentes de este campus. Además de los bares y restaurantes, las restricciones también eluden afectar a la movilidad de entradas y salidas de la ciudad.

La situación en Granada supera el umbral de 500 casos por cada 100.000 habitantes del Ministerio de Sanidad para imponer restricciones, pero la Junta no limita la movilidad porque considera que no se cumple el criterio de saturación hospitalaria. En esta ciudad el 44% de camas en las UCI están aún libres, y el nivel de ocupación por covid es del 15%, lejos del 35% que marca el Ministerio como alerta roja. “Granada no está en situación de cierre hoy, pero hay que tomar medidas porque hemos detectado un repunte”, ha afirmado el portavoz de la Junta, Elías Bendodo.

La Junta ha centrado sus restricciones en los jóvenes que habitan Granada, y ha impuesto que sus 60 residencias y colegios mayores cierren cada noche a las 22.00. Además, la Junta recomienda evitar las visitas de personas ajenas a las residencias y limitar el aforo de bibliotecas y espacios comunes al 50%. Eso sí, de momento las restricciones no afectan a la inmensa mayoría de los estudiantes de fuera de Granada, unos 40.000, ya que solo 3.000 de ellos viven en residencias y colegios mayores. Mientras, en la enseñanza preuniversitaria andaluza la incidencia es menor: hay 7.099 centros y solo uno permanece cerrado este martes. De las 78.024 aulas, 360 han sido cerradas (un 0,4%) según datos de la Junta.

En paralelo, el Ejecutivo autonómico ha ampliado las restricciones de movilidad al municipio de Écija (Sevilla) por su alta incidencia, e impone también cierre anticipado de hostelería en Sierra de Yeguas (Málaga), que se suman a Casariche (Sevilla), Almódovar del Río (Córdoba) y Linares (Jaén). La Junta realizará cribados masivos a la población de siete municipios de Sevilla, Córdoba y Granada. A pesar de la baja incidencia acumulada de 194 —debido a su población de 8,4 millones de habitantes—, Andalucía tiene ya 56 municipios con más de 500 contagios por cada 100.000 habitantes y los hospitalizados por covid han subido hasta las 1.152 personas.

“Es una medida drástica y hay otras intermedias”

Isabel Marín, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), rechaza el cierre del campus de Granada como la medida más eficaz para frenar la expansión del virus: “El cierre de la universidad es una medida drástica y hay otras intermedias. Los contagios no se han dado en el ámbito universitario granadino, sino en residencias. Sin entrar en mucho conflicto de salud pública versus actividad económica, nos parece importante que la actividad educativa se mantenga siempre que sea posible”.

Marín subraya que las limitaciones de la Junta solo afectan a una minoría de 3.000 estudiantes que deberán volver a sus residencias al anochecer. “Las medidas complementarias es que a las 22.00 los estudiantes tienen que estar en sus centros residenciales, pero no para los que estén en pisos -que son mayoría, casi 37.000 alumnos de fuera de Granada-”. Y añade: “La Junta ha hecho hincapié en los contagiados en las residencias, pero esos brotes están identificados. Propondríamos más educación sanitaria para convencer a los estudiantes de los riesgos que pueden traer, pero cerrar el ámbito universitario no es la medida más oportuna. El coste de cerrar es alto también en salud publica”.

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