Los indicios que apuntó la temporada 2018-19 se han venido confirmando estos dos años: el Anadolu
Efes es un proyecto ganador, una potencia que no es flor de un día en el basket europeo con disposición de aspirar a lo más alto. La Final
Four de Vitoria, en la que los turcos alcanzaron la final cayendo ante el CSKA, dejó una espina clavada en el club que desde entonces ha esperado su ocasión para tratar de asaltar los cielos y capitalizar una generación de talento inigualable en su historia.
El Efes ha logrado demostrar durante toda la presente campaña esta condición de favorito aunque no sin dificultades. Finalizó la fase regular con un balance de 22-12, dos triunfos menos que Barça y CSKA, pero demostró una capacidad de superación ante las dificultades que hablan de buen manejo de la presión por parte de equipo. Tuvo un arranque muy irregular con tres derrotas en los cuatro primeros partidos de la fase regular pero pronto puso la directa para recuperar terreno, meterse en zona de playoff e ir ascendiendo poco a poco en la clasificación. Entre la jornada 12 y la 15 sufrió cuatro derrotas seguidas, otro frenazo a su progresión pero protagonizó una segunda mitad de temporada encomiable, con sólo 2 tropiezos en los últimos 13 encuentros de fase regular.
El técnico Ergin Ataman ha sabido preparar a su equipo para llegar en el mejor momento de forma cuando más se le va a exigir. Así lo demostró en el playoff de cuartos, barriendo al Real Madrid en los dos primeros partidos en lo que se presagiaba que iba a ser un paseo militar. Los blancos sacaron el carácter y orgullo para protagonizar remontadas en los partidos jugados en su cancha, dejando escapar el Efes ventajas notables que parecían darle el pase en ambos encuentros. En el quinto y definitivo en Estambul, Larkin y compañía exhibieron pegada de nuevo para sentenciar tras un final igualado en el que el equipo turco demostró de nuevo buen manejo de la presión.
Esta ambición de volver a intentar el asalto a los cielos llevó al equipo a mantener el bloque del pasado año, con un grado más de experiencia y una mentalidad en todos los jugadores de querer saldar cuentas con la historia. Ataman lidera un proyecto sólido en el que los roles están muy bien definidos, con Micic y Larkin como estrellas y un buen grupo de jugadores secundarios pero no menos importantes para emerger en determinados momentos.
La marcha de Obradovic del Fenerbahçe y el cambio de ciclo en el rival de la ciudad ha propiciado que el Efes tome el relevo como bien ha quedado patente también en la liga turca. Al final de la fase regular el Efes finalizó como líder incontestable con sólo una derrota.
Source link