Así se compara la sexta ola covid con las anteriores: más casos que nunca y cerca de la mitad de ingresos

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España está inmersa en una ola diferente de coronavirus. Por un lado, los contagios siguen disparados y son el motivo de inquietud; por el otro, se acumulan los indicios de que la variante ómicron causa menos enfermedad grave, especialmente en personas inmunizadas.

Esas dos fuerzas en tensión son las que decidirán la dureza del brote actual. Aunque cada infección se traduce ahora en menos hospitalizaciones, la multiplicación de infecciones puede disparar los ingresos, hacer enfermar a miles y estresar, una vez más, todo nuestro sistema sanitario. Evitar eso depende de que se haga realidad al menos una buena noticia entre dos, ambas posibles pero no confirmadas: que ómicron sea mucho más leve que delta, o que cause olas cortas y los casos declinen pronto.

De momento, los datos disponibles registran un número de contagios en máximos históricos. En los últimos siete días, se han contado más casos que nunca antes en la pandemia, un 60% más que en lo peor de enero de 2021. El ritmo al que crecen los positivos no da señales de frenarse y esa velocidad es la principal razón para seguir alerta. Mientras los contagios continúen, ómicron será una amenaza potencial.

También suben las hospitalizaciones. ¿Cuánto? El gráfico pone las curvas en relación con la durísima ola de enero de 2021 (que acarreó decenas de miles de ingresos y 18.000 fallecidos). Las cifras actuales están lejos de lo peor de aquellas semanas, pero crecen y no son en absoluto despreciables: los ingresos diarios en planta ya son el 39% del pico de entonces. Y son peores las cifras de entradas en las UCI, que se acercan a la mitad de aquel pico (44%), y que también suben.

Las cifras absolutas de todas estas variables se pueden consultar en nuestra página de seguimiento, que se actualiza cada día.

No hablamos de enfermos leves. El ministerio ofrece también datos de ingresos en camas de cuidados intensivos que cuentan con respiradores, con cifras al alza en muchas comunidades. En Cataluña, las entradas diarias ocupan un 2,2% de las camas disponibles (sin contar las salidas que también habrá), frente al 3,4% que se ocupaban diariamente en el peor momento de enero de 2021. En el País Vasco son un 2%, frente a un 3% de enero; y en Asturias, un 1,3%, también frente a un 3% entonces.

Estos datos conviene acompañarlos de dos cautelas. La primera es que, seguramente, una parte de los ingresos serán personas con covid, pero que ingresan por otra causa. No tenemos cifras exactas, pero según datos del Reino Unido, un 75% de los ingresos serían enfermos de covid y el otro 25% enfermos con covid.

Tampoco sabemos cuántos ingresados están infectados por delta o por ómicron. En España, la llegada de la nueva variante coincidió con una ola delta que ya estaba levantándose. Por eso es difícil saber si estos ingresos que vemos los causa una cepa o la otra. Todavía es posible que los casos de ómicron se traduzcan en una proporción menor de hospitalizaciones, como sugieren estudios preliminares en distintos países, pero puede que no lo estemos viendo por completo si todavía hay ingresos causados por delta. Si es así o no es una incógnita a resolver en las próximas semanas.

¿Se dobla la curva de contagios?

Hasta que se tenga información definitiva sobre cómo de grave es exactamente ómicron en personas vacunadas, la salida más clara para esta nueva oleada es sencilla: que bajen los contagios. En Sudáfrica la ola se levantó y tocó pico en cuatro semanas, el doble de rápido que con delta. Y hay expertos que creen que eso podría ser característico de la nueva variante.

En España de momento no hay señales así. Si dibujamos un gráfico en escala logarítmica con la evolución de los casos por comunidades, lo que vemos son líneas rectas. Es decir, un crecimiento exponencial todavía sin atenuarse.

No obstante, tras dos años de pandemia, sabemos que las curvas epidémicas se doblan muy deprisa. La mejor noticia esta semana sería ver eso, que los nuevos positivos fuesen menos que la semana anterior. Aún así, habrá que contener las celebraciones, porque entre festivos el registro de casos a menudo tiene vaivenes artificiales, pero seguirá siendo la mejor noticia posible.


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