Así se ha ‘blindado’ la ACB contra los ascensos desde LEB Oro


El Carramimbre Valladolid y el Delteco GBC seguirán apurando en la reunión de este jueves con la Federación Española y los clubs de la competición sus opciones de conseguir su ascenso a la Liga Endesa en virtud de las posiciones (primera y segunda) que ocupaban en la LEB Oro en el momento de suspenderse la temporada a causa de la crisis sanitaria del coronavirus. Sin embargo, parece difícil que consigan su objetivo pues las actuales circunstancias juegan en su contra, empezando por las últimas decisiones de la ACB.



La ACB aprobó el pasado lunes un nuevo formato para acabar su temporada en el caso de que en las próximas semanas la crisis del coronavirus se suavice y la administración dé su visto bueno a la reanudación de la práctica deportiva en determinadas condiciones. La fórmula elegida pasa por reunir en una sede única a los doce primeros clasificados, que continuarían luchando por el título divididos en dos grupos. Los dos primeros de cada grupo pasarían a las semifinales y los ganadores de estas, a la final, todo ello a partido único. Para los seis últimos equipos se ha acabado la temporada, que se resuelve sin descensos.

Esa decisión parecía abrir la puerta a una futura Liga Endesa con 20 equipos, algo que sucedería si a la ausencia de descensos se unen los dos ascensos habituales desde LEB Oro. Sin embargo, la ACB no trabaja con ese escenario. De hecho, los movimientos de la liga en estas últimas semanas buscan bloquear la posibilidad de esos ascensos.

Acabar o no acabar, factor decisivo

La clave es su decisión de declarar la temporada nula y el título desierto si no logra reanudarse la competición. El Barça defendía su derecho a ser proclamado campeón si ello sucedía, en virtud de su primera posición en la fase regular. El Real Madrid, claro está, se oponía. Lo que logró que se impusiera esta última opción no fue una victoria del club blanco en un juego de alianzas sino que los clubs entendieron que este movimiento era el que mejor podía impedir una liga de 20 equipos la próxima temporada, con la consiguiente complicación que ello suponía para un calendario ya de por sí muy cargado.

¿Y qué tiene que ver esa decisión con los ascensos? Pues que al establecer que solo la finalización de la temporada puede dar lugar a los premios de la temporada, la ACB le está marcando el camino a la LEB Oro, donde a día de hoy parece imposible que se pueda volver a jugar. La mayoría de los 18 clubs de la segunda competición están por cancelar definitivamente la temporada (y minimizar así sus pérdidas) y solo algunos que tendrían opciones de subir apuestan por la reanudación. Valladolid y Delteco GBC, los dos primeros, también defienden que debería respetarse su derecho a ascender aunque no acabe la temporada. Sin embargo, la mayoría de equipos prefiere que se cancele la temporada pues no quieren que haya descensos ni dificultades para cancelar contratos. Y si se impone esta posición, no parece fácil defender que una competición que se cancela proclame campeón y ascensos para los primeros y no dicte descensos para los dos últimos.

Valladolid y Delteco GBC se agarran al convenio entre ACB y FEB, que marca que cada temporada debe haber dos ascensos y descensos entre las dos competiciones. Sin embargo, la actual situación ha creado un escenario nunca visto, que seguramente derivará en que las partes que se consideren perjudicadas acaben acudiendo a los tribunales para defender sus derechos. La ACB, con habilidad, ha renunciado a pronunciarse sobre los ascensos desde LEB Oro al explicar su fórmula para acabar la temporada; prefiere esperar a ver cuáles son los pasos que dan los clubs de la segunda categoría y si en verdad se concreta por parte de alguno una reclamación de ascenso. Si los clubs de LEB Oro cancelan la temporada, Valladolid y Delteco GBC no lo tendrán fácil para defender que se han ganado el ascenso. Y menos cuando la competición a la que quieren acceder, la Liga Endesa, ha decidido dejar vacante su título si finalmente no se puede jugar.

Otro factor que da solidez a la posición de la ACB en previsión de una posible demanda es la unanimidad de sus 18 clubs en la aprobación de la solución acordada. Sin voces discordantes es mucho más fácil defender cualquier actuación: se puede resolver el título así porque los 18 equipos están de acuerdo en la fórmula y se pueden eliminar los descensos porque los 18 equipos están de acuerdo en que no es justo bajar de categoría sin completar la fase regular prevista inicialmente. Esta unanimidad parece mucho más difícil en la LEB Oro.

El presidente del Baxi Manresa, Josep Sáez, ha sido el primero en verbalizar las pocas ganas que tiene la ACB de aceptar los ascensos desde LEB Oro. “La posición de la ACB y la nuestra es que intentaremos que no haya 20 equipos. Si nosotros no tenemos descensos, intentaremos que no haya ascensos. Porque una próxima temporada con 20 equipos puede ser muy problemática, tanto para los equipos grandes, que siempre han querido reducir la liga, como para los de abajo. Si hay 20 equipos y pueden bajar cuatro, a los equipos de abajo eso no nos interesa”, señaló Sáez en su rueda de prensa del lunes.



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