El Atlético de Madrid logró un meritorio empate ante la Juventus en el Metropolitano, en la primera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones. El conjunto rojibanco logró levantar un 0-2 ante el campeón italiano para no comenzar su andadura en la competición continental con una derrota en casa.
La reacción del equipo de Simeone fue sobresaliente. El Atlético fue mejor en la primera parte, pero se encontró con dos goles en dos contras que le hicieron remar en dirección contraria, asumiendo riesgos que dieron a la Juve la oportunidad de sentenciar. Sin embargo, la apuesta salió bien.
Pero eso no esconde la facilidad que está presentando el Atlético para encajar goles en las últimas citas. Dos le hizo el Eibar en el Metropolitano en apenas 20 minutos. Otros dos la Real en Anoeta el pasado sábado (de forma prácticamente consecutiva). Y el miércoles, otros dos la Juventus.
Seis goles encajados en tres partidos por Jan Oblak, algo poco habitual para el portero esloveno y para el cuadro colchonero. Un problema que reconoció el propio Simeone en sala de prensa a la conclusión del choque. “Tenemos cosas para mejorar. Dos goles con el Eibar, dos con la Real, dos hoy… Es un equipo que más allá de la buena pretemporada y del buen inicio de Liga, necesitamos tiempo. Ojalá que en ese tiempo, que el fútbol no te da, cometamos los menos errores posibles”, dijo el argentino.
Y es que hace más de cinco años y medio que el Atlético no protagonizaba una serie de goles en contra tan abultada como la actual. Era febrero de 2014, y el equipo rojiblanco disputaba la semifinal de la Copa del Rey ante el Real Madrid. Tras un 3-0 en la ida en el Bernabéu que dejaba la eliminatoria sentenciada, la vuelta del Calderón acabó con un 0-2. Y entre medias, derrota por 2-0 en Liga en Almería que complicaba el título para los colchoneros, aunque al final, el trofeo fue a parar a las vitrinas del Atlético.
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