Si ya de por sí el envite de hoy ante el Girona tenía el cartel de partido grande por sus connotaciones clasificatorias, las palabras de Imanol Alguacil lo han elevado prácticamente a una final. Sí, una final pese a ir cuartos con siete puntos de renta. Vencer al cuadro gironí supondría, por un lado, obligar al Villarreal a ganar al Athletic por la tarde para seguir vivo en la batalla, y por otro, evitar la incómoda situación de ver reducida la renta justo antes de ir al Camp Nou. Que parece poco pero no lo es.
Lograr dejar en siete unidades, como mínimo, la ventaja respecto a los amarillos para que resten cuatro jornadas sería un enorme triunfo, un mazazo casi definitivo a la batalla por la Champions, puesto que la hazaña que debería hacer el equipo de Setién para remontar siete o más puntos en cuatro jornadas sería ya de otro planeta. Supondría atrapar y acariciar un nuevo botín en este proyecto. Uno más, añadido a igualar el récord absoluto de 28 victorias del club, el de empatar los 13 triunfos como local de la mejor temporada de su historia o el de ponerse a tan solo dos puntos de los sumados en la campaña Champions de hace 10 años con Montanier. Y, cómo no, certificar la cuarta presencia consecutiva en competición europea, que también iguala el récord histórico del club. Y sería justo un día después del 49º aniversario del primer billete europeo obtenido, por aquella ya legendaria Real de Rafa Iriondo en la temporada 73-74. Casi nada.
Un equipo europeo
Onces Real Sociedad-Girona
Enfrente estará todo un Girona europeo. No sólo por la procedencia internacional de varias estrellas como Tsygankov, Bueno, Reinier o Stuani, sino por su estatus actual en Liga. Pelea de tú a tú por entrar en competición continental merced a una impresionante racha liderada por un Castellanos que es baja por lesión. Pero el ucraniano Tsygankov sí estará y será el principal peligro, junto al eterno Stuani y a un Riquelme que ya brilló en la ida.
Con todo
Para una cita tan relevante Imanol va a poder disponer de 23 piezas sanas del primer equipo, además de Marrero. Quizá sean 22 sanas y una ‘kili-kolo’. Zubeldia llega a tiempo y se une a la causa como bien predijo Imanol y adelantó este periódico. Su estado físico es una incógnita pese a que el técnico haya dicho que ha entrenado muy bien. Lo más probable es que juegue infiltrado, con dolor, dado su historial esta temporada. Pero apunta al once.
Junto a él, apuntan a estar los 10 del épico triunfo ante el Real Madrid. Imanol va con todo y, salvo giro táctico con una vuelta al rombo que encajaría más ante una defensa de cinco como en la ida, va a salir con el once de gala actual. las dudas están donde siempre, en las bandas. Aunque esta vez Gorosabel, Aihen y Oyarzabal parten con ventaja y Kubo parece fijo.