Football Australia, el organismo que gobierna el fútbol en Australia, prohibió a dos aficionados participar de por vida en cualquier evento relacionado con este deporte en el país, incluso como espectadores, por su implicación en la violenta invasión de campo que dejó cuatro heridos en Melbourne el pasado fin de semana.
En un comunicado emitido en su página web, Football Australia indicó que tras las primeras investigaciones realizadas junto a la Policía del estado de Victoria, dos jóvenes de 23 y 19 años han sido sancionados con “prohibiciones vitalicias para todas las actividades relacionadas con el fútbol, incluida la asistencia a partidos de fútbol homologados por Football Australia”.
El joven de 23 años ha sido acusado de entrar en el campo de juego sin autorización y usando un cubo metálico “con la intención de causar daño”, lo que provocó que el portero del Melbourne City FC necesitara ser hospitalizado.
Por su parte, el joven de 19 años ha sido vetado por invadir el césped sin autorización y “tener una conducta que causó o pudo causar daños y poner en peligro a otros”.
Al margen de las medidas tomadas por Football Australia, ambos jóvenes han sido acusados de varios cargos por la Policía, incluidos desórdenes violentos, agresión a un guardia de seguridad y agresión al portero, entre otros delitos vinculados a la alteración del orden público.
Ambos formaban parte de un grupo de tres sospechosos señalados por la Policía, que no descarta acusar a otros implicados en este violento incidente que se registró el sábado por la noche en el estadio AAMI Park durante el partido entre el Melbourne City y el Melbourne Victory, de la primera división del fútbol australiano.
Esa noche, unos 150 hombres irrumpieron en la cancha a los 22 minutos de partido, cuando el City ganaba por 1-0 al Victory, después de que los hinchas encendieran unas 50 bengalas y las arrojaran contra el público o el césped.
La Policía de Victoria, cuya capital es Melbourne, explicó que en estos actos violentos resultaron heridos el portero, un cámara y dos guardias de seguridad.
Los hinchas saltaron al campo y agredieron al guardameta del Melbourne City, Tom Glover, con un cubo metálico, lo que le provocó un sangriento corte en la mejilla derecha e hizo que precisara de varios puntos de sutura y de exámenes médicos adicionales.
El partido se celebró en medio de tensiones, después de que se anunciara la venta de los derechos de la gran final de la liga de primera división para que se celebre en la ciudad de Sídney los próximos tres años.